lunes, 2 de enero de 2006

Lamparita que encandila los ojos

Este nuevo año me pilló volando bajo. Ni me di cuenta cuando había llegado y se había instalado entre los libros, los papeles y el ajetreo. Menos mal mis amigos tuvieron la precaución de tomar mi disminuída humanidad y llevarme a celebrar su arribo como corresponde. Nada como bailar con vista al mar... fue un fin de semana full emociones, de esos que al terminar te dejan una mezcla de alegría, bienestar y también pena, nostalgia y agotamiento.
El día viernes fue tiempo también de balances en el trabajo. Mi jefe me llamó a su oficina para la evaluación de fin de año y el muy desgraciado me hizo llorar, tantas fueron las cosas buenas que me dijo... mientras se dedicó a analizar mi desempeño laboral, todo bien. Pero cuando cerró la carpeta y se largó a decirme cosas sobre mi manera de ser, con la mirada fija en mis ojos y más serio que nunca, juro que no pude aguantarme. Como cabra chica, me tuve que sonar los mocos mientras el alter ego más fuerte que he tenido en lo profesional me manifestaba admiración y cariño de padre profundo. Cerró su análisis con una frase que creo quedará grabada a fuego en mi memoria, por ser el piropo más lindo que me han dicho nunca: "Eres una lamparita, Sombra. Mirarte encandila los ojos..." Terminamos abrazados los dos: él, con los ojos rojos y tratando de contener su emoción; yo, francamente desarmada y hasta con hipo, sollozando porque además los avatares laborales nos ponen en lugares distintos para el futuro y él no será más mi jefe. Voy a extrañar en serio su compañía, protección, calidez y generosidad. Es un jefe amable, transparente, que busca sacar lo mejor de los que lo rodean y que se interesa genuinamente por ver que uno surja como profesional y explote todo su potencial. Fue realmente un crecimiento enorme el estar bajo su alero, en todos los sentidos. Definitivamente una de las personas que me ha cambiado la vida.
Con respecto a sus piropos, en verdad no tengo mucha idea. Alguna vez una sicóloga me contó que basta con decir una vez algo malo a alguien, para que eso quede grabado en su memoria. Las cosas buenas que uno piensa del resto deben ser repetidas y demostradas con paciencia y constancia, pues entran a nuestras duras mentes con mucha dificultad. Quizás por eso tengo muy presentes mis falencias y me sorprendo cada vez que alguien me tira flores. Porque vivo barajando lo que he hecho mal, lo que debo cambiar, mejorar o erradicar, y, sin tener una autoestima enferma, cuando me miro al espejo, brillan más las facetas oscuras que las claras. Que sé que las hay. Que sé que no son pocas. Pero se ahogan, se sepultan bajo cerros de imperfección humana. Quizás un buen própósito para el 2006 sea, más que mejorar lo malo, sacarle partido a lo bueno.
Y pensando en el 2006, estoy más que segura de que éste va a ser mi año.
Después de un 2004 que claramente fue el peor año de mi vida, y de un 2005 que me gusta llamar de transición, se viene un tiempo que sólo me augura cosas buenas.
Porque este 2005 fue intenso. Fue el año en que conocí a un par de personas que me cambiaron la vida. En que pude ayudar, acompañar y cambiar la vida de otros. Y consolidé muchas de las amistades y relaciones que eran importantes para mí. En que escuché más música que nunca. En que conocí a Cesárea Evora, en que aprendí a hacer Sudokus, en que viajé a lugares maravillosos, y más de lo que nunca había viajado. En que me gané un premio por ser una de las mejores profesionales en mi oficina, en que publiqué mi primer trabajo escrito, aunque no sea el libro que he soñado desde siempre escribir. En que empecé este blog. En que tuve más citas a ciegas que en toda mi vida. En que trabajé más de lo que había imaginado que era capaz de trabajar. En que me reconcilié con mi ex, y de esa manera cerramos el capítulo en paz. En que de verdad me conocí a mí misma.
Pero también fue el año en que perdí a un par de personas importantes para mí, en manos de la muerte y del olvido. El año en que leí menos que nunca cosas que de verdad tenía ganas de leer. En que, una vez más, pospuse mi curso de fotografía, largamente anhelado, al igual que el yoga, el aprender en serio algún idioma y a tocar algún instrumento musical. En que vi menos de lo que quería a mi familia y a mis amigos de toda la vida. En que lloré poco, pero con mucha angustia y pena. En que me sentí a veces perdida, a veces eufórica, otras veces detenida en el tiempo y el espacio, en medio de una calma que destruye los nervios, porque nada es peor que la nada. En que me mandé un par de pastelazos, chicos pero que me dieron mucha rabia. En que una vez más me mintieron y me embaucaron, en que conocí algunos hombres despreciables y cobardes. En que no me enamoré ni una sola vez. En que fumé más que nunca y tuve más problemas de insomnio de los que soy capaz de contabilizar. Dormí poco y soñé muchas estupideces.
En fin. No hay mal que dure cien años, y creo que esta etapa ya se está acabando. Mi balance es tremendamente positivo, y le estoy agradecida a muchas personas por la felicidad que me trajeron. Espercialmente a los que me prestaron su hombro para llorar. A los que me acompañaron en mis largas horas de insomnio. A los que me enseñaron cosas. A los que me quisieron como soy. A los que me integraron a sus vidas. A los que me aconsejaron y escucharon. A los que me abrazaron. A los que me entendieron.
Especialmente quiero nombrar aquí al notable, inteligentísimo y leal Eleu, a la bruja, asertiva, cariñosa y maternal Cecilia, a mi admirado jefe, a mi pequeño angelito Domingo, al siempre oportuno, buen juez y partner inagotable de cine Javier, al talentoso, brillante y fiel Paul; y, por último, a la Angélica, que me busca marido, seca mis lágrimas y me hace reír.
Lo bueno de todo esto es que creo haberles dicho a todos, en algún momento, todo lo que los quiero, lo importantes que son en mi vida, y que espero haber sido un aporte en la de ellos también.
Y a ustedes, qué les digo?
Nada... solamente que queda Sombra para rato.

3 comentarios:

Lautaro dijo...

Ufff, tanto piropo mi niña!
me siento afortunado de conocer a esta parte de Sombra que escribe, y es una lástima que los demás que nombras no puedan leer cuanto los quieres. pero, bueno, ya les has dicho y te quieren lo mismo.
buen balance, también estoy seguro que este es tu año, el de bendito y el mío! :D
te quiero mucho.
blessed bear hug,
Eleu

Adriano Nicolás González Hidalgo dijo...

mmmm, buen fin de año, recordar a las buenas personas q conociste y reconocer lo buenos q fueron contigo, t hace una muy buena persona, seee, cuidate mucho niño, ojala q este 2006 sea igual de cool q el 2005...

cuidatex, byesss

Luis Fernando dijo...

sin palabras ...tremenda catarsis...saludos desde colombia...te empecé a leer...