miércoles, 26 de diciembre de 2007

Cuida bien tus estrellas, mujer, cuida bien tus estrellas




Serán las fiestas, será el cansancio natural del fin de año, la cosa es que he andado bien desmotivada por la vida, sintiendo que tantas veces hago esfuerzos titánicos por sacar adelante cosas que después me han demostrado no servir, o no valer tanto la pena... trabajos, proyectos, viajes, algunas relaciones humanas (al parecer gasto mis balas equivocadamente)...

Soy, según un par de personas que coincidente (e independientemente) esta semana se dedicaron a analizarme, una persona muy "armada"; que es eficiente, que se las bate sola, que es tremendamente autosuficiente, que no necesita a nadie....

Qué increíble, pensaba yo, días después, cómo uno aprende a defenderse, a camuflarse, para no sufrir. A no mostrar el talón de Aquiles... porque pocas veces he visto a nadie tan necesitada de cariño como yo; tan dependiente del resto, tan sensible y en ese sentido tan débil... sin embargo me muestro ejecutiva, segura de mí misma; me las arreglo sola en casi todo ámbito, y mientras más necesito de contacto humano, más sola estoy.

El otro día salí a tomarme algo con ese hombre que me ha estado quitando las fuerzas, las ganas, las motivaciones y las esperanzas, y, curiosamente, a la vez dándomelas a cada instante durante todo este año. Mientras conversábamos unas cervezas sentados en una terraza de ese Santiago asfixiante que solo se tolera a eso de las ocho de la noche, una estrella luminosa y clara apareció por sobre su hombro derecho en mi horizonte.

Y recordé... recordé que las estrellas siempre simbolizan deseos, especialmente las primeras. Recordé esa canción de Silvio Rodríguez que se llama Judith y que dice con claridad e insistencia que como mujer debo cuidar mis estrellas, como el título de este post... y me fui... lejos, lejos, lejos.... y todo el año se me vino encima; con toda esa energía gastada, con todo el dolor, la inseguridad, el miedo, la espera; con tanto sentimiento sufrido en carne viva, con tan poco avance.

Y decidí pedir un deseo, desde mi triste soledad, desde mi inamovilidad en la vida, desde la aparente falta de esperanzas.

Le pedí a su estrella, esa que se asomó por sobre su hombro, que todo lo vivido juntos se cristalice en algo bueno y duradero; que lo que hemos construido nunca se pierda; porque ya ni siquiera pierdo las fuerzas en pedir que evolucione a otra cosa, total, hemos sido tan felices así no más... que aparezca otro que me dé todo lo demás que me falta; pero que no me quite lo que tengo, porque como él mismo dijo ese día, llega a dar escalofríos la manera en que nos parecemos, en la manera de vivir, pensar y sentir las cosas...

Así no más es.... decidida a cuidar mis estrellas, las cuales han llegado tantas veces a mi casa con formas y nombres que no son los que esperaba, que no son las que he podido entender, pero estrellas al fin.

Quizás es hora de que empiece, en vez de buscar pulirlas, cambiarles el brillo o atraparlas, dejarlas brillar, libres y felices, sobre mi pequeña y tonta cabeza, y quizás así también me sienta menos sola e incomprendida.


miércoles, 12 de diciembre de 2007

No voy a ser yo

Ha pasado su buen tiempo...

Ya casi casi me había rendido con este blog. Debo confesar que, seducida por Facebook, empecé a pasar mis escasos ratos en el nuevo juguetito subiendo fotos, buscando amigos, riéndome de tonteras.

Pero había algo que me faltaba... no sé, de partida parece que soy una persona tremendamente tradicional para mis cosas, y que los cambios bruscos me abruman.
Segundo, he encontrado voces amigas demasiado valiosas en estos barrios como para abandonarlas así no más...
Y tercero, pero no menos importante, mucha parafernalia será la de Facebook, pero no me permite escribir como estoy acostumbrada (y necesitada) de hacer.

Así que, con la cola entre las piernas, cual hijo pródigo, vuelvo a mi origen, a mi identidad secreta... cual Peter Parker, atormentada por la super bloguera que llevo dentro, regreso a las andanzas...

Últimamente me he puesto a pensar mucho en la fragilidad de los compromisos de esta sociedad, lo cambiante de todo, lo desechable que se ha vuelto cada cosa que emprendemos.

No tengo idea por qué, pero veo como huimos despavoridos frente a todo lo que signifique esfuerzo, entrega, trabajo, perseverancia o dolores de cabeza varios.

Me di cuenta de que soy así en mis relaciones personales. Que muchas veces soy la que recibe y no la que da; que cuando me toca dar, más por comodidad que por maldad, me alejo, me hago la tonta, espero que pase el vendaval y después regreso para celebrar.

Me di cuenta de que yo siempre he necesitado de gente que no sea así. Que me cuide, me espere, me aguante en mis múltiples defectos y mañas. Que me consuele, me arregle las cagadas, y muy por sobre todo, que me haga sentir que están al pie del cañón conmigo, que no importa el día, ni la hora ni el lugar, yo puedo contar con ellos.

Así que, en un acto que es mezcla absoluta de madurez e infantilismo, me propuse una meta para el próximo año. Faltarán más de quince días para que empiece el 2008, pero qué importa, total mi meta es de largo aliento y a nadie le hace mal un avance en la pega.

Mi propósito es ser mejor amiga, mejor empleada, mejor hija, mejor vecina, mejor persona en general.

Voy a ser más preocupada por los detalles, voy a ser más perseverante, voy a estar más ahí, con todos. Quizás la receta esté en posponerme para ser capaz de escuchar más, entregar más de mi tiempo, de mi alegría, de mi capacidad...

En fin...

Para terminar este ñoño pero esperanzado post, les dejo una joyita que descubrí hace poco y que, en cierta forma, me parece que se relaciona con mi nueva resolución... es una canción de Kevin Johansen y dice más o menos así:


El que se quede sin dar el paso,
no voy a ser yo
Quien se canse de tus abrazos, no voy a ser yo
No voy a ser yo, no voy a ser yo
Tengo tiempo y tengo paciencia, y sobre todo
Te tengo dentro de mi existencia de cualquier modo,
Y aunque falte tal vez bastante, no voy a ser yo
El que se canse antes, no voy a ser yo
Hay gente que no debería enamorarse
Algunos no deberíamos dar el sí
Yo no veo otra salida, no quiero pasar la vida
Sin que la vida pase a través de mí...
Quien se esconda de lo que siente, no voy a ser yo
No voy a pisar el freno, no voy a ser yo
El que se ande con más o menos, no voy a ser yo
Hay gente que no debería involucrarse
Con cosas que luego no pueden manejar
Yo no veo otra salida, no quiero pasar la vida,
Pisando una piedra y volviéndola a pisar...
Si querés un Principe Azulado, no voy a ser yo,
Si querés un ´Bangundangunladu´, no voy a ser yo
.
.
.
¡¡FELICES FIESTAS A TODOS!!