jueves, 31 de mayo de 2007

Un señor quisiera ser mujer, y una chica quiere ser señor...

Desde ayer estoy enferma, lo que me encadenó a la cama y me trajo de vuelta por 48 horas a la irresponsabilidad máxima de la infancia, esa que me hacía partir de la mano de mi mamá a cualquier parte y por el tiempo que ella determinara, total ella regía mi vida y harto bien que lo hacía; yo no conocía el urgimiento por tener que hacer la tarea de ciencias naturales o por tener que acostarme temprano, ella ya sabría cómo organizarme la vida y evitarme ataques de nervio y culpa mezclados en ese sutil y explosivo cóctel que ahora me tomo más seguido de lo que quisiera...

(Pausa para decir que la anterior debe ser la más larga de las oraciones jamás antes escrita)

Bueno. Retomo.

La cosa es que tomándome en serio el consejo-orden de mi jefa de no aparecerme en la pega hasta que estuviera sana (sí, señoras y señores, mi jefa es un ser humano con corazón, sentimientos y empatía, no un robot, ¡chúpense ésa!), me dediqué a los nunca bien ponderados deportes de:
- dormir hasta las 12 del día - almorzar - volver a dormir
- ver series de TV (God bless the gringos por series como Sex & the City, ER, Doctor House, Men in Trees, CSI y todos los derivados habidos y por haber)
- comer chocolates
- vagar por diversos blogs

Y fue precisamente haciendo esto último, cuando me di cuenta que mi blog es una real mierda.
Es decir, las comparaciones nunca han sido buenas, pero habiendo tantísima página interesante, hilarante, culta, educativa y agradable a los ojos, no puedo creer que esté al borde de cumplir 10.000 visitas.
Sí. Mi patética vida amorosa (o la carencia de ella), las nimiedades de la vida cotidiana, lo que como, lo que fumo, lo que sueño, lo que hago o dejo de hacer es tema para alguien... es interesante para alguien.

Ahí como que me bajó una mezcla de pudor (mal contenido eso sí, porque aquí me tienen, ventilando mis locuras otra vez), vergüenza ajena pero de mí misma, ternura e infinito agradecimiento.

Porque pucha que he crecido, he aprendido y he conocido gente a toda raja escribiendo este blog, que no es más que un pedacito de mí, una sombra.
A los que he visto en vivo y en directo, como Carolita, Tadashi, Pedro, Lautaro y Bendito Ravotril.
A los que nunca he visto pero no importa, como Anamaría, mi gemela; Danipez, Carola, Princessa, Puppetmaster, Soledad y tantísimos otros (no puedo nombrarlos a todos... sorry)

Gracias a todos ustedes por el cariño, por los consejos, por la paciencia y el aguante.
En serio muchas veces han sido como mi familia, e incluso más que ellos. Porque han leído y sabido cosas de mí que ellos no sospechan.

Y de ahí nació también una promesa.

Me voy a preocupar más por este blog.
No más mamonerías.
Ni lloriqueos.
Ni estupideces.

Bueno, como dice la canción de Silvio Rodríguez que encabeza este post, no quiero ser otra cosa que lo que en verdad soy.
Pero puedo mostrar cosas más interesantes. Y creo que eso es también una muestra de lo que puede ser el enfoque de mi vida.
¿Por qué estar siempre mirando pequeñeces? En mi vida hay personas, acontecimientos y pensamientos mil veces más profundos, notables y válidos para compartir con ustedes, que se lo merecen.

Para partir, un pequeño enchulamiento de la casa.

¡Bienvenidos a todos una vez más a mi mundo!


Un señor quisiera ser mujer, y una chica quiere ser señor...
y yo... yo quiero ser canción...

miércoles, 30 de mayo de 2007

A todo ritmo...

Se viene el fin de semana más agitado de la temporada. Y yo, en mejor actitud que nunca.

El viernes estoy invitada al cumpleaños de la Mari. Como ya les había contado, ella es hermana de Feña. Por lo mismo, él va a estar ahí. Pero me da lo mismo, porque voy oficialmente con Domingo, quien ya me comprometió sus servicios de guardaespaldas. Nos hemos reído preparando el famoso encuentro... por mi parte estoy hace días pensando en lo que me voy a poner. Y no es obsesión, es precaución. Ese hombre ha hecho siempre de la debilidad de las personas su mayor triunfo. El viernes no solo me va a ver, sino que me va a ver mejor de lo que él se acuerda que yo puedo estar. Y listo.

El sábado estoy invitada a otro cumpleaños, que, de manera bastante afortunada, coincide con la llegada a suelo nacional de mi coqueto amigo por MSN del último tiempo. Vamos a ver qué trae para ofrecer desde el viejo continente. Siempre nos hemos conocido y nos hemos hecho ojitos cínicamente; pero la distancia y los medios tecnológicos convirtieron a este galán en un hombre bastante más osado y directo para sus cosas...
Por último, aunque no pase nada especial, va a ser rico verlo y abrazarlo una vez más.

Qué emocionante... pase lo que pase, lo que más me mata en la vida es cuando entro en esos espacios en los que no pasa nada de nada. Creo que este tiempo no ha sido el caso. Así que todo bien, a todo ritmo, feliz, ilusionada, nerviosa, expectante...

Luego contaré lo que haya pasado, con lujo de detalles, lo prometo.

jueves, 24 de mayo de 2007

Nuevos horizontes, nueva actitud

Una vez, hace mucho tiempo, alguien me dijo que lo mejor de mí era la capacidad de reírme y de sacarle el lado positivo a todo lo que me pasaba.

Bueno, yo quiero agregar que creo merecerme el premio a la mujer más ilusa y soñadora del planeta.

Escribo en este momento el último (y espero un poco menos trágico) capítulo de mi historia personal, unilateral y tremendamente patética con Domingo.

Y dice, más o menos, así:

Ayer, estando en el trabajo, con fiebre y un resfrío que me hacía estornudar como ogro (nunca jamás he logrado hacerlo como señorita), me llegó un mensaje de Domingo.

Sombra, me saqué un rojo en la última prueba de XXX. ¿Me puedes ayudar a revisarla y cachar si puedo pedir recorrección?

Mi mente, con perfidia absoluta, imaginó de inmediato una escena que incluía a Domingo llegando con un siete en una mano, un ramo gigante de flores en la otra, cara de ¡te engañé! y una tarde deliciosa juntos riéndonos de todo y de nada.

Lo cité a mi casa hoy a las siete.

Y llegó. Con un 3 algo en la mano, sin flores, comiéndose mis chocolates y con la actitud más normal del planeta. Poco le faltó para saltar sobre mi cama y tirarse flatos. (Aquí es donde ud. esboza una sonrisa irónica y dice: ¡Siempre lo supe! Luego, por favor, póngame sobre la cabeza la coronita que dice "Miss Ingenuidad Absoluta")

El indio que llevo dentro quiso decapitarlo. Pero la mujer juiciosa y razonable que convive con él me gritó: ¡Alto! Aquí es donde metes las patas a fondo o pasas por alto el desafortunado incidente y salvas lo que va quedando de la amistad, y de paso, de tu dignidad.

Así que le ayudé a armar su recorrección, comimos juntos chocolates y nos reímos de mi adicción al Tapsin Caliente.

Se fue como a la media hora.

Quince minutos después, me llamó Hugo.

- ¿Cómo te fue?
- ¿Cómo me fue en qué?
- Sé que te juntaste hace un rato con él...
- Hueón, ¿eres de la CIA o qué?
- Es que ahora mismo vamos a ir a comprar tu regalo. ¿Qué pasó?
Le referí en pocas palabras lo que había pasado.
- Ok; ahora déjamelo a mí

Me fui a hacer trámites varios, como a la media hora me llamó Hugo nuevamente.

- Pero qué eficiente que eres
- Para que veas...
- ¿Y?
- Nada, empecé tirándole unas preguntas tipo cómo está el corazón, te gusta alguien, etc...
- Ya, ¿¿Y??
- Se puso nervioso, se fue en evasivas todo el rato, me cambió de tema y listo.
- ¿Cómo que listo?
- Sí, es que como ya habíamos comprado el regalo, me dejó ahí mismo, me dijo que tenía que estudiar demasiado y se fue rajado
- ¿Qué concluyes tú de todo esto?
- Chucha, no sé. O no está ni ahí realmente, o se cortó entero y se cagó de reconocerme lo más mínimo con respecto a ti.
- ¿Sabí que más Hugo? FIIIIIILOOOOOOOOO CON EL PENDEJO
- Así me parece. Además, está filete tu regalo

En fin.
Hasta aquí no más llego yo.
Es hora de buscarme nuevos horizontes.
De recobrar mi actitud de siempre.
Esto no me va a chupar más energías.
Lo decidí.

Por lo menos, y calzandome nuevamente la corona de la mina más ingenua del universo, pienso que conservé la amistad que había antes.
Y eso, después de tanta teleserie, creo que es harto decir.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Hermana duda...






No tengo a quien rezarle pidiendo luz,
ando tanteando el espacio a ciegas..
No me malinterpreten,
no estoy quejándome..
Soy jardinero de mis dilemas.

Hermana duda,
pasarán los años,
cambiarán las modas,
vendrán otras guerras,
perderán los mismos...
y ojalá que tú
sigas teniéndome a tiro.

pero esta noche, hermana duda,
hermana duda...dame un respiro.

No tengo a quien culpar
que no sea yo,
con mi reguero de cabos sueltos...
No me malinterpreten,
lo llevo bien, o por lo menos
hago el intento.

Hermana duda,
pasarán los discos,
subirán las aguas,
cambiarán las crisis
y pagarán los mismos
y ojalá que tú
sigas mordiendo mi lengua
pero esta noche... hermana duda..



hermana duda, dame un respiro...



(Jorge Drexler)

martes, 22 de mayo de 2007

Sweet Child O' Mine...??



Hecha un estropajo.


Si escribo es solo porque prometí mantener al día a todos los que han seguido esta desafortunada historia. Y bueno, también porque siento que me sirve. De alguna manera. Para desahogarme, quizás. Para no sentirme tan sola, seguro.


Ayer en la tarde-noche, hecha un manojo de nervios, esperaba que surgiera de la nada Domingo para sacarme todos los demonios del corazón.


Como a las siete se conectó a MSN. Yo estaba conectada, pero en modo Away. Pasó mucho, mucho rato, y nada, el desgraciado no me hablaba, mientras yo me retorcía fumando y mirando fijamente su nombre en la pantalla brillante, como si eso sirviera de algo.


Como a la media hora, más o menos, descubrí que no estaba online. Así que corregí el error rápidamente. Al instante, habló.


Domingo: Soooooooooooombra!! Feliz cumpleaños atrasadísimo!!!!!! Tienes tu celular a mano para llamarte???


...Dudas mías frente al teclado...un rato de silencio electrónico...


(Yo, de piedra por fuera, de jalea por dentro, no sabía si llorar, reír, gritar o todo a la vez)


Sombra: Sí...


Domingo: Ya, contestame altiro, bueno?


Sombra: Ok



Dos pitazos y contesté el celular, más nerviosa imposible.



Domingo: ¿Cómo estai? ¿Cómo lo pasaste?


Sombra: Bien (bastante seca yo)


Domingo: ¡¿Estai enojada?!


Sombra: No te voy a decir nada, Domingo... (porque si abro la boca te mato, agregué mentalmente)


Domingo: ¿Tengo que tomar eso como un sí o como un no? (Maldita incapacidad de nosotras las mujeres de decir lo que sentimos, maldita la incapacidad de ellos de adivinar lo que queremos, pero no podemos decir)


Sombra: Tómalo como quieras...


Domingo: .... pucha, es que en verdad no te llamé porque...


Sombra: (Interrumpiendo) Mira Domingo, el que se excusa se acusa, así que mejor no digas nada...


Domingo: Bah, entonces no digo nada, total, no tengo nada de que excusarme... ¿o sí?


Sombra: Gracias por llamar, Domingo (más seca aún)


Un silencio más largo que el día lunes...


Domingo: Bueno, te dejo porque tengo que estudiar ene...


Sombra: Que te vaya bien, adiós.



Y corté.


No pasaron ni cinco minutos. Hiroshima y Nagasaki juntos habían explotado adentro mío. Tenía tanta rabia, tanto miedo, tanta pena... me miraba al espejo y la cara que veía estaba como lejos, lejos. Me tomaba el pelo, como cuando pienso muy concentrada, no me podía ni sentar, me paseaba como león enjaulado por la pieza.


No, esto me va a hacer mal. No puedo guardármelo adentro, no puedo...


Tomé el celular. Marqué el de Domingo.

Sonó una, dos, siete veces. "Usted será transferido al buzón de voz...."


Casi tiré el celular sobre la mesa. Casi lloré. Con que ahora no me iba a contestar...


Al minuto, sonando otra vez la mugre.



Domingo: Me llamaste? (Quizás me engañe, pero había un pequeño tinte esperanzado en su voz, me pareció)


Sombra:


Domingo: Dime...


Sombra: Lo que pasa es que me arrepentí. No puedo quedarme con esto adentro, porque me va a hacer mal, simplemente. En verdad sí me pasa algo. Estoy muy, muy enojada por lo que hiciste.


Domingo: ..... (tomando aire para hablar, yo no lo dejé)


Sombra: (Disparando como metralleta) Lo que pasa es que me cargó que te desaparecieras y no me llamaras, que reaparecieras hoy tan campante como si nada, que sintieras que no había nada que hablar, ni de qué preocuparse, ni que explicar (ya ven como pongo en práctica los consejos de Hugo). Eso no se hace Domingo. No nomás. Estamos en la era de las telecomunicaciones. Hay teléfonos en cada rincón de este puto país, más encima hay mails, mensajes de texto... osea... ¿en qué mierda estabas pensando?


Domingo: Pucha, pero es que el lugar donde yo estaba en verdad no tenía señal de nada...


Sombra: Pero Domingo, si eso tú ya lo sospechabas. ¿Cómo no se te ocurrió llamar el día antes? ¿O el sábado en la mañana? ¿¿Cómo no mandaste un simple mail el día antes de irte diciendo que no ibas a estar, que me deseabas un feliz cumpleaños por adelantado??


Domingo: Es que el sábado me fui muy temprano, y la verdad es que no quise despertarte...


Sombra: Puta Domingo, ¿no sabí que es mejor pedir perdón que pedir permiso?. Con una medida tan simple quedabas como rey... en cambio quedaste como todo lo contrario...


Domingo: Ahora que me lo dices, encuentro que tienes toda la razón. Perdóname...


Sombra: Mira, no te digo esto para que me pidas perdón, te lo digo para que nunca lo vuelvas a hacer, ni conmigo ni con nadie. Es tan fácil hacer pasar un mal rato a alguien... Las personas se conocen por los detalles que hacen la diferencia o simplemente no la hacen. Pucha, era tan fácil para ti no cometer este error...


Domingo: Sombra, en verdad estaba colapsado, te encuentro toda la razón pero es que...


Sombra: Es que el colapso no es razón, pues. Si llamar no cuesta nada y te demoras cinco minutos o menos. ¿O tú crees que cada vez que necesitas hablar con alguien, o que te ayuden a estudiar para la universidad yo no tengo nada que hacer y simplemente dispongo de mis horas libres? Yo no te estoy cobrando nada, pero realmente piensa un rato y evalúa por qué me siento tan mal...


Domingo: Gracias por decírmelo...


Sombra: Sí pues, si nosotros dos siempre nos hemos preciado de tener una amistad tan la cagada, en que nos tenemos TANTA confianza y nos contamos todo, aquí va algo que quizás no es agradable ni fácil de digerir, pero que simplemente no me voy a callar por comodidad. No voy a dejar que andes por la vida siendo un huevón y sin saberlo más encima...


Domingo: Sí, es cierto... No sé qué más te puedo decir...


Sombra: No me digas nada y ándate a estudiar para tu mega prueba será mejor...


Domingo: Ya, gracias


Sombra: Que te vaya bien, adiós...


Domingo: Adiós...


Y eso sería todo.

Desapareció de MSN, desapareció de mi día.


Dudo que se haya quedado tranquilo y feliz.


Lo que es yo, me quedé con un sabor amargo en la boca.


Y con un dolor de cabeza de aquellos, por cuarto día consecutivo.


En verdad, en verdad no sé qué pensar o esperar de todo esto.


En toda la noche no pegué un ojo. Si dormitaba, eran miles las pesadillas y los fantasmas. Me levanté destruida para ir a trabajar. No fui un real aporte en todo el día, tenía la mente frita.


Y de repente me di cuenta de cómo he dejado que las cosas vayan demasiado lejos.

De cómo me han afectado más de lo normal.

No sé si es el cansancio extremo el que me hace vulnerable, las expectativas que se derrumban, el dolor acumulado y sobrellevado como una pesada mochila ineludible...


Soy una sombra, literalmente, de lo que podría ser.


Y me vuelve a dar susto.


Ese maldito sentimiento que tanto odio y que tanto me acompaña en estos últimos días...


Solo quiero cantar a grito pelado esta canción de la Alanis Morissette:


Oh these little rejections how they add up quickly

One small sideways look and I feel so ungood

Somewhere along the way I think I gave you the power to make

Me feel the way I thought only my father could


Oh these little rejections how they seem so real to me

One forgotten birthday I'm all but cooked

How these little abandonments seem to sting so easily

I'm 13 again am I 13 for good?


I can feel so unsexy for someone so beautiful

So unloved for someone so fine

I can feel so boring for someone so interesting

So ignorant for someone of sound mind


Oh these little protections how they fail to serve me

One forgotten phone call and I'm deflated

Oh these little defenses how they fail to comfort me

Your hand pulling away and I'm devastated


When will you stop leaving baby?

When will I stop deserting baby?

When will I start staying with myself?


Oh these little projections how they keep springing from me

I jump my ship as I take it personally

Oh these little rejections how they disappear quickly

The moment I decide not to abandon me........

domingo, 20 de mayo de 2007

Todo es sombra en la vida de esta Sombra...

Fuck. Mil veces fuck.

Si la cosa estaba incierta, la hueá se puso en verdad color de hormiga.

Primero.
El lunes me llamó por teléfono Hugo, mi querido amigo de TODA la vida, en casa del cual se produjo el show de Domingo hará unas dos semanas atrás. Reproduzco el diálogo, aproximadamente.

- Sombra, te llamo porque necesito comentarte algo
- Mmmmm?? (Yo ya veía venir el tsunami)
- Este hueón de Domingo anda calentoncillo por vos, nena. ¿Qué onda?
- Hueón, a ti que eres hombre, te corresponde quizás darme una interpretación más acertada. Yo veo lo mismo que tú. Pero no entiendo, porque tengo cerebro de mina y no de hombre.
- Es que yo aquí veo a un hueón que está verde por echarte el guante encima. De hecho, el día que vinieron a mi casa pensé que no llegabas entera a tu casa. ¿Pasó algo?
- Nada. Pero Hugo, ¿tú crees que sea solo eso o algo más?
- Mira, por el historial que tienen ustedes dos, por como es él, que poco lo conozco pero sé cómo son los de su tipo, creo que aquí hay algo más.
- ¿Entonces qúe mierda hago Huguito?
- Bueno, ¿Qué te pasa a ti con el pendejo?
- De todo...
- Entonces juegue. Yo no te voy a juzgar, te voy a apoyar y tú lo sabes bien. Lo único que te quiero advertir es que vas a fregar la amistad.
- Ay, lo sé, por eso no he podido tomar la decisión. Es que tú no cachai lo mal que me tiene la hueá.
- Ah, te gusta en serio el pendejo entonces...
- Tan en serio como que no he podido dormir en no sé cuánto tiempo. Pero no me decido.
- Sombra, ¿me das permiso para hacer una cosa?
- ¿Qué?
- Creo que a este cabro chico le hace falta una buena conversa hombre a hombre.
- ¿Cómo?
- Mira, se me ocurre que con la excusa de comprarte un regalo de cumpleaños yo podría salir con él y tirarle un poquitito la lengua. Y de pasada, darle un par de consejos. Destapar la olla.
- Pero Hugo, y qué pasa si el hueón lo niega todo?
- Primero que nada, no le voy a creer. Me lo va a negar porque le va a dar susto, porque no tendrá cojones para reconocer la cosa. Pero como que me llamo Hugo que aquí hay gato encerrado. ¿Cuándo he fallado yo en mis juicios?
- Nunca hueón, eso es lo que me asusta.
- Bueno, entonces ¿no te gustaría saber de una vez por todas qué mierda tienes que hacer con el pendejo? Porque él nunca jamás va a tomar la iniciativa y eso tú ya lo cachaste.
- Sí, pero me da susto que se traume
- A ver, hay varias cosas aquí. Primero, si actuó como lo hizo en mi casa, debe afrontar el hecho de que yo, como hombre y amigo tuyo que soy, le pregunte qué chucha está haciendo. Segundo. Si se echa para atrás, está pintando el mono y en ese caso es bueno que lo sepas. Si reconoce todo, está bien también que lo sepas para saber a qué atenerte. Es una "win-win situation".
- ¿Una qué?
- Una "win-win situation". No hay posibilidades de perder creo yo. Si el hueón cambia su manera de ser contigo, si huye, si se echa para atrás, era un pobre pendejo caliente y cobarde que no valía la pena. Dolerá aceptarlo, pero estaría bueno que lo empezaras a asumir. Eso en el peor de los casos. Que de todas formas me parecería muy extraño, pero siempre cabe la posibilidad. En el mejor de los casos, empiezan una linda relación ahora mismo y dejan de andarse con rodeos.
- Mmmm.... bueno, dale, pero no me metas en esto. Actúa por tu cuenta.
- Ok. De ahí te cuento.
-Ya. Besos, querido.
- Besos, linda. El amor anda rondando, te lo digo.

El martes Hugo me mandó un mensaje de texto.
"Mañana es el día de la verdad. Te llamo."

El miércoles, con los nervios a flor de piel, esperé y esperé.
Como a las nueve de la noche, me llamó Hugo.
- Puta, el hueón se corrió, según él tuvo una emergencia
- Filo Hugo, déjalo para más adelante
- Hay una cosa muy rara aquí eso sí
- ¿Qué?
- Cuando lo llamé para confirmar, el hueón me tiró un "Sabía que esto iba a pasar" medio nervioso. Yo me hice el hueón no más, no quería espantarlo. Quedamos para la otra semana porque el viernes se va fuera de Santiago
- Sí, me había dicho. Y este "sabía" ¿a qué crees que se refería?
- No tengo idea. Pa´ mi que el hueón sospecha que lo voy a cuestionar. Dejémoslo por ahora. Ya mi niña, nos vemos el fin de semana en la celebración de tu cumpleaños...
- Gracias, Hugo

Y llegó el fin de semana.
Y con él mi cumpleaños.
Y de Domingo, ni rastro. No mail, no llamado, no MSN, no mensaje de texto, nada.
Entiendo que está fuera de Santiago, pero a menos que se haya perdido en el desierto de Atacama, no cacho qué onda.

Vino Hugo a verme y le conté.
Con un pequeño, ligero temblor en la voz.
Con el corazón destrozado en realidad.

- Esto es más grave de lo que pensé...
- Ya, tíramelo sin anestesias...
- Según yo, hay solo dos posibilidades. Una: Está jugando contigo, es el clásico tira y afloja de la conquista. Tiene la excusa perfecta para dejarte pagando, media loca como te veo ahora. Se hace el choro, el interesante. Dos: Se dio cuenta de que lo descubrí y puso pies en polvorosa. Mariconcito el hueón.
- ¿Por cuál votas tú?
- Yo voto por que tú te quedes exactamente cómo y dónde estás. Te prohibo que lo llames, que le escribas, que cuando reaparezca acuses golpe. Nunca te importe. Eso también va a remecer a este gallo de alguna forma. Si contaba con que te tenía, lo va a dudar. Con eso te lo cagai, esté haciendo lo que esté haciendo.
- ¿Tú dices?
- Pero obvio. Esta situación ya llegó a un break point. Tienes que rematarla, sea cual sea el resultado, Sombrita.
- Puta weón, tú y tus expresiones en inglés. Pero tienes razón. Estoy pa´l pico. Qué cumpleaños más atroz.
- ¿Otra piscola mejor?
- Sí, y que sea fuerte.

Segundo.
Hoy me llamó la Mari para contarme que Feña terminó con la polola hace tres semanas. Ella no sabe que eso corresponde más o menos a cuando me encontré con él en el matrimonio.
Qué fuerte. No estoy preparada para verlo reaparecer. No como estoy, no como están las cosas.
Y me va a tocar, porque en un par de días más es el cumpleaños de la Mari y ya sé que ahí lo veo seguro.

Siento que debiera escribir un guión de teleserie con todo esto. Lo único que sé es que estamos claramente en un momento de mucho rating, en que la gente se come las uñas para saber si todo se resolverá para bien o para mal.
Yo sé solamente que ya no tengo nervios para gastar en seguir esperando que las aguas vuelvan a su caudal, para bien o para mal...

.........................................................................

Son las tres veintitrés de la madrugada y no puedo dormir. Tengo miedo de hacerlo.
El enésimo cigarro de la tarde humea a mi lado, como única compañía, como única certeza.

Y es que no entiendo, no entiendo qué mierda es lo que siempre sale mal. Qué es lo que me falta, qué hice para merecer el castigo, la maldición de nunca jamás ser amada de la manera en que yo amo.

Después de escribir el post que probablemente acabas de leer me acosté un rato, con dolor de cabeza.

Y no hice más que soñar. Con él. Con un amor increíble, con una intimidad, una cercanía, una manera de complementarnos que aún en el sueño me dolía porque algo todavía de conciencia me alcanzaba para darme cuenta de que lo que veían mis ojos no era la realidad.

Desperté muy mal. En serio.

Sintiendo que es injusto que, como me dijo alguna vez la Carola al leerme el tarot, yo tenga tanta, tanta, tanta capacidad y ganas de amar. Y se pierda.

Tengo 30 y un caudal de amor se escapa de mis manos, sin destino.

No me merezco ser tan despreciada, siento yo. He sido mentirosa, quizás egoísta, me he equivocado muchísimas veces, pero nunca jamás he buscado más que el bien para los que me rodean y para mí.

Más tarde salí con mis amigos a celebrar por quinta vez mi cumpleaños. Todos ellos me han organizado pequeños asados, comidas, juntas varias. Pero ni todo el ruido del mundo, las risas y el trago han sido capaces de acallar el grito que llevo dentro.

Y esto no es solo por el tema de Domingo. Es por el tema de la desesperanza, del no saber, del llorar, del esperar todos los días algo que no llega ni se vislumbra siquiera.

Todos dicen que soy un alma llena de risa, positiva, buena onda, querible, amigable, preocupada por los demás.

No saben que la procesión va por dentro.

Que lloro, que estoy agotada, cagada a fondo.

Tengo miedo de dormir.

Y volver a soñar.

Con cosas que simplemente siento que no puedo alcanzar, por más que me esfuerce...

sábado, 12 de mayo de 2007

¿Onda?

Juro que me da mucha lata hablar de este tema una vez más.

Pero qué le voy a hacer. Es de mi vida que trata este blog, y esto, por repetido, enredado y pendejo que suene, es lo que en las últimas semanas ha estado ocupando mis días (y mis noches).

Con Domingo nos conocemos hace dos años ya, y tenemos una amistad realmente muy cercana y especial. Hace mucho que nos contamos todo tipo de cosas, triviales e importantes, hace mucho que compartimos de vez en cuando salidas, la mayoría de las veces en grupo. Hace mucho que nos queremos, y que somos un apoyo para el otro bastante grande. Y, por último, hace mucho que yo reconocí en mí que su manera de ser, y todo en él, me atraían irresistiblemente, y que si no fuera por sus 19 años, yo intentaría algo más. Por su parte, nada parecía mostrar otra cosa. Hasta ahora.

Quiero pedir perdón en este mismo momento a los que odian los detalles. Si usted es una de esas personas, no siga leyendo. Pero es que realmente necesito entrar en ellos para poder descubrir qué es lo que realmente está pasando aquí. Porque no quiero engañarme. No puedo.

Hace un par de semanas escribí un pequeño "preview" de lo que estaba pasando, se llamaba "No puedes". Lo hice relatando sólo algunas de las cosas que han empezado a cambiar de a poco, llevandome a estas sospechas que ahora necesito saber si son fundadas o no.

Me explico.

Si bien, como ya decía, siempre nos vemos, últimamente (un mes y medio aproximadamente), esta costumbre se ha vuelto de todos los fines de semana, a veces viernes y sábado. Últimamente Domingo se muestra reacio a salir con sus amigos. Me llama para saber en qué estoy, qué panoramas tengo, y cada vez que no tengo algo, me propone que salgamos a alguna parte o que, simplemente, nos quedemos en mi casa viendo alguna película. Solos los dos. Si, en cambio, tengo algo que hacer, se muestra preocupado por saber qué voy a hacer, con quién voy a salir, y qué significa ese hombre para mí. Hace poco tuve un matrimonio e hizo una tremenda campaña para que lo llevara de pareja. Y no lo hice solamente porque era el matrimonio de una prima mía e iba a estar toda mi familia, que se precia de tener una lengua de Gillet que asusta a cualquiera.

En los últimos tiempos se ha instalado a mi lado demasiadas veces en mi cama, a ver televisión. Y como la cama es chica y ambos somos más bien grandes, no es raro que estemos en contacto. Pero el contacto se ve acrecentado cuando él enreda sus piernas con las mías. O, cuando me siento para tomar agua, fumar o buscar el control, pone su brazo detrás mío y su mano en mi espalda.

Lo he pillado mirándome las pechugas descaradamente como tres veces.

Un día fuimos a un karaoke y me dedicó una canción romántica.

Luego, mientras otras personas cantaban canciones más "pachangueras", me sacó a bailar y el estilo de danza fue más bien cercano, con harto toqueteo, todo dentro de los límites apropiados y decentes. Es decir, se acerca peligrosamente a los límites, pero nunca jamás los cruza.

Cuando me pilla desprevenida, me toma la mano y me la pone en su poto, para luego morirse de la risa cuando pego un salto y retiro, enrojeciendo, la mano de tan peligrosa zona.

Hace unos días fuimos a comer a la casa de un amigo en común y todo el tiempo estuvo tomándome la mano, abrazándome cuando yo estaba parada cerca de él, preocupado de servirme vino, prenderme el cigarro y después, como molestándome, me tomó por la cintura y me hizo acompañarlo hasta el baño, porque según él, "le daba susto ir solo" (Obvio que lo dejé ahí y me fui rajada...).

Antes, Domingo siempre me contaba quién le gustaba y me pedía consejos acerca de qué hacer con ella. Pero hace mucho tiempo que no me habla de nadie.
La última vez que conversamos me preguntó qué opinaba yo de las amistades con ventajas. Yo le dije lo que siempre he pensado, porque lo viví. Que la amistad con ventajas es peligrosa, es casi imposible que resulte sin que alguien salga herido, que no es recomendable pero que pasa, y que bien manejada, en algunos casos puede resultar y traer algunos beneficios, por lo menos por un tiempo.

Desde hace un tiempo a Domingo le gusta jugar a hacerse pasar por mi pololo cuando conversamos, y mezcla en las conversaciones expresiones como "mi amor", "gorda" y otras tonteras que me hacen reír, más bien nerviosa.

Hace unos días supe por una amiga que Domingo tenía algo muy importante que hacer el próximo fin de semana, que es largo, fuera de Santiago. Y que él le comentó a mi amiga que se iba a quedar aquí mejor porque no quería perderse mi cumpleaños.

En este ultimo mes y medio, no ha pasado día sin que hablemos por teléfono o por MSN, incluso más de una vez por día.

Hace un mes y medio más o menos que no me lo puedo sacar de la cabeza. Y que sueño con él (y con las indecencias que haría con él) casi todas las noches.
Me ando riendo sola, como tonta, cuando me acuerdo de algún gesto tierno o de preocupación que ha hecho conmigo. Me ha hecho sentir más mujer, más querida, más interesante y especial de lo que nadie me había hecho sentir en mucho, mucho tiempo.

Y aquí está lo terrible.

¿Son todas estas cosas rollos míos, calenturas de Domingo, actos de confianza o realmente siente algo más por mí?
Y la cosa no termina aquí... Si siente algo más, ¿lo dirá alguna vez? ¿hará alguna cosa al respecto? ¿se atreverá a jugársela algún día?
Y si se la juega... ¿qué va a pasar con nosotros? ¿cuál es la proyección de una pareja tan dispareja? ¿qué va a decir la gente? (Sorry, pero por más que lo intento, lo que la gente dice sí me importa)

¿Qué va a pasar si alguna vez nos besamos?
¿Si me propone que seamos amigos con ventaja?
¿Si quiere pololear?

¿Qué va a pasar con nosotros como amigos?
¿Se irá todo a la mierda, especialmente si no resulta lo otro?

Puta, tengo un caldo de cabeza enorme. Además de andar soñando con él, me despierto mil veces durante las noches pensando que tenemos que terminar este jueguito, aclarar las cosas, yo tengo que tomar distancia o algo, pero si seguimos así me voy a morir.
Y no sé por qué me huele que Domingo está en las mismas. Siempre es tan correctito, tan niñito bueno, que no me lo imagino rompiendo las reglas o tomándome por asalto para robarme un beso o tocarme algo "vedado".


¿Qué hago?
¿Qué es esto?
¿Qué debo pensar?
¿Qué es lo mejor para los dos?
¿Qué?
Se abre el debate. Opinen por favor.

lunes, 7 de mayo de 2007

Going on 30

En menos de dos semanas más cumplo 30.

Creo ya haber pasado por la crisis de esa edad, el año pasado.

Esa donde no sabes para dónde va tu vida, en qué mierda has gastado estos 10950 días (aproximadamente) de estar sobre la tierra.

Donde haces balances y te propones nuevas metas.

Donde te sientes vieja pero a la vez pendeja.

Donde ya hay muchas respuestas pero faltan millones más.

Es decir, espero que haya pasado.

Aunque los coletazos, de pronto, me atacan por la espalda.

En fin. Es lo que hay.

Veremos qué traerá esta nueva década por delante...