domingo, 1 de abril de 2007

Ironic

Siempre me encantó la canción de la Alanis Morrissette (¿se escribía así?)
Que hablaba de las cosas irónicas de la vida.

Y pucha que está llena la vida de ironías.
Por lo menos la mía.

De muestra, un solo botón. Y qué botón...

Hace un par de días fuimos con Domingo a ver a la Mari que está enferma.
La Mari es hermana de Feña, mi atormentado cariño malo, ese mismo que Domingo odia y quiere matar en mala onda después de todo lo que yo le he contado que me hizo.

Llegamos separados porque Domingo venía de otra parte.
Yo primera.
Subí a la pieza de la Mari y nos pusimos a conversar.
Al rato, entró Domingo.
Y al rató más un minuto, entró la mamá de la Mari.

- Tía, ¿quién era ese gallo tan simpático que estaba con usted en la entrada cuando llegué? (Domingo preguntando)
- Ah, ese es mi hijo Fernando, ¿no lo conocías? (la tía contestando)

PLOP 1: Nunca me enteré de que Feña y yo habíamos estado en la misma casa por nó-sé-cuánto rato y sin vernos. Tengo claro que él sabía que yo estaba, pero yo navegaba por las mansas y peligrosas aguas de la inocencia más pura.
PLOP 2: Domingo y el Feña se conocieron, a metros de mí, y al bueno de Domingo hasta le cayó bien ese imbécil.

Menos mal los dos conservamos la compostura delante de ellas, porque en verdad no sospechan lo que pasó directamente a sus espaldas.
Pero a la salida lo comentamos, y con risa, con nervio, con impresión.
Domingo tiene esa facultad de liberar las presiones hasta de las cosas más atroces. Me aseguró que simpático sería, pero que era un enano (cualquiera es enano al lado de él) y que le volaba la raja en dos segundos. Pero a la próxima.

Es increíble como el mundo es un pañuelo y corremos aventuras y peligros a cada instante.
Es increíble como el pasado, en múltiples formas, aparece y reaparece todo el tiempo.
Es increíble que mi madre tenía razón. La vida es una rueda: algunas veces nos toca estar arriba, otras abajo, pero hay cosas que se repiten una y otra vez.
Es increíble como ahora estoy arriba.
Me siento segura, tranquila, equilibrada y querida, y ni siquiera Feña puede quitarme eso.

Y se acabó.
¿Irónico o qué?



5 comentarios:

Princessa dijo...

Frases como: “el mundo es un pañuelo” o “la vida da muchas vueltas”, calzan perfecto con lo que planteas.
Es verdad son típicas frases de las mamás o de las abuelitas que uno a veces no pesca mucho… Pero pucha que tienen razón a veces.
Un abrazo

Alejandra dijo...

Qué molesta es esa sensación cuando te cae bien naturalmente alguien que de oídas te cae mal. Me ha pasado varias veces y es como un corto circuito... Saludos

Tadashi dijo...

Jajajajjaa...

Así que conoció al famosísimo...

Puta, le hubiera dado...

Me llama y hacemos un team...

¿Cuando nos juntamos de nuevo?...

Saludos...

Soledad dijo...

Jajaja... sí, fue chistoso.
Lo mágico es que fue para mejor. Las cosas pasan por algo y hubiese sido peor que él ya hubiera sabido que era la persona en cuestión... mejor que no lo supiera, si hasta le cayó bien!
En todo caso... es freak, incómoda la situación de haber estado al lado de alguien a quien siempre pensamos decirle algo, y sin embargo, no estar al tanto de esa situación.
Tú Sombrita, preocúpate sólo de seguir manteniéndote arriba de la rueda!
Besos,
Sole.

dola dijo...

el mundo es un pañuelo!!!!
yo siempre ocupo esa expresión y se ríen de mi diciendo que no existe tal... ahora tengo pruebas.

que bien por ti que estes arriba.

isnt this ironic? dont you think?
esa cancion la amé por muchisimo tiempo.

y es verdad, es la ley de murphy que nos carcome.

suerteeee