Perfume
Otra de las cosas que me impactó de mi reciente reunión con la Sandra, fue un comentario que me hizo acerca de los comienzos de su relación con Lucas.
Para ella, uno de los factores que le hizo darse cuenta de lo que estaba sintiendo por el que ahora es su novio, fue el olor de él. O, mejor dicho, hacerse conciente de su olor. Me dijo que un día cualquiera, cuando ella todavía pololeaba con otro y eran simplemente amigos que se reunían a sorprenderse de lo mucho que tenían en común, habían quedado de juntarse en un café bastante concurrido; que ella se había sentado a esperarlo en una mesa y que había percibido su presencia aún antes de verlo. Por el olor. Y luego definió esta situación y esta atracción como un aura que la envolvía totalmente, que sus extremidades se prolongaban más allá de su cuerpo, permitiéndole sentir un contacto exquisito con él, más allá de la vista o el tacto convencional.
Estas declaraciones no habrían tenido tanto impacto en mí si no fuera por dos cosas:
La primera, hace dos días releía el excelente libro de Susanna Tamaro Donde el corazón te lleve.
Copio textual el trozo de la página 140 que me dejó helada, pues conociendo a la Sandra, ella no ha leído este libro:
Hace un tiempo leí en un diario que, según las últimas teorías, el amor no nace del corazón sino de la nariz. Cuando dos personas se encuentran y se gustan, comienzan a enviarse pequeñas hormonas cuyo nombre no recuerdo; estas hormonas entran por la nariz, suben hasta el cerebro y allí, en algún meandro secreto, desencadenan la tempestad del amor. En conclusión, los sentimientos, no son más que olores invisibles. ¡Qué tontería! Quien haya sentido el amor verdadero en la vida, el grande y sin palabras, sabe que estas afirmaciones no son más que un golpe bajo para mandar al corazón al exilio. Claro, el olor de la persona amada provoca grandes turbaciones. Pero para provocarlas debe existir algo más, algo que, estoy segura, es muy distinto de un simple olor.
Al estar junto a Ernesto en aquellos días, por primera vez tuve la sensación de que mi cuerpo no tenía límites. A mi alrededor sentía una especie de aureola impalpable, era como si los contornos fueran más amplios y esa amplitud vibrara en el aire con cada movimiento.
La segunda, es que mientras leía y conversaba sobre estas cosas, sin todavía unir las piezas del puzzle, tuve extrañas y extremas sensaciones en mi vida, relacionadas con el olor.
Para empezar, florecieron los aromos, lo que me obliga a bajar el vidrio del auto cada vez que paso frente a uno de ellos. Si entro en una habitación que tiene ramas de aromo floridas en un jarrón, estoy frita, caeré en un éxtasis de melancolía y de recuerdos que no me dejará concentrarme en casi nada más. Y no es broma. El jazmín y el aromo son mis olores de la naturaleza favoritos, y es quizás por eso que amo tanto la primavera. No por el romance, la temperatura, la perspectiva del verano (y las vacaciones), sino simplemente por los olores y la luz. Amo esta ciudad de noche, en pleno verano y fines de primavera, porque las ventanas abiertas me traen oleadas florales, terrosas, de pasto mojado, de viento fresco, y estos vapores actúan como drogas en mí. Solo puedo compararlas con escuchar una canción realmente buena y que significa realmente mucho para uno, en un minuto de calma absoluto y de apertura total de los sentidos...
Luego, vino esta tonta experiencia en el mall. Estaba muy lleno de gente, cosa que odio, por lo que caminaba firme y decidida para salir luego de mis trámites e irme de ahí. Repentinamente pasé por el lado de un viejo de unos setenta y cinco años. Su olor, un perfume cuyo nombre desconozco realmente, me dejó helada. Paré de caminar y el rostro, la voz, la historia de un hombre a quien amé mucho, y que usaba este mismo perfume, se me vinieron a la cabeza. No me pasaba hace tiempo y la verdad es que no fue desagradable del todo, porque atesoro esos recuerdos en un cajón muy profundo de mi mente, donde no me pueden hacer daño, y sacarlos de vez en cuando me trae al presente no solo los dolores que me causó, sino también la certeza de haber vivido un gran amor, con todos sus bemoles. Es decir, está bien recordarlo en pequeñas dosis y luego volver a confinarlo a su baúl en las oscuridades de mi psiquis.
Siempre me han gustado mucho los olores. Mi único lujo, derroche del cual podría decir que debiera avergonzarme, más que zapatos, ropa, CD`s u otras cosas, son los perfumes. Tengo unos quince diferentes, algunos regalados, otros comprados; traídos de viajes y duty frees de todo el mundo por mí o por los que me conocen. Generalmente los uso de manera ordenada, uno a la vez hasta que se acaba, haciendo salvedades cuando salgo a bailar o a algún evento nocturno, en que uso uno especial. Pero últimamente me he dedicado a picotear de aquí y de allá. decidiendo cada mañana que el día se presenta de esta o de esta otra manera. Caprichosa, o en verdad quizás demasiado conciente de mi aura odorífera.
Estoy fumando cada vez menos, porque el olor del cigarro me molesta como nunca antes lo había hecho. Parezco embarazada y no hay posibilidades de que esto sea una realidad, a menos que sea la nueva virgen María.
Finalmente, quiero decir que no tengo idea qué significa todo esto, pero creo que las cosas no suceden por casualidad y que tanto tema con los olores algo me debe querer decir.
Quizás, simplemente, que debo ver la película El Perfume, la cual no había querido enfrentar por haber leído ya el libro hace algunos años. De repente ahora toma otro sentido para mí.
17 comentarios:
y yo conversé hace bien poquito con una aromaterapeuta, te voy a mandar la info que me dio porque era bacán y creo que tiene que ver con todo esto.
y sí, los olores traen emociones de la mano.
besis y gracias por las felicitaciones!!
Dicen que el olfato es el más poderoso de los sentidos y que obliga la mente a recordar...
Me alegro que estés dejando el cigarrillo... eso te daña el olfato, y cómo disfrutarás de los aromos en flor si tienes dañado tan exquisito sentido?
Los perfumes... 'tamos igualitas!!! Tengo muchos perfumes pero no soy ordenada... los uso dependiendo del ánimo que tenga en el día.
Abrazos!
Los olores son todo un tema. Son algo que me trae, ojalá bien masculino y no tan artificial, una buena mezcla de los dos.
Eso sí, hay tramposos que te preguntan que perfume te gusta y se lo ponen después, así no vale.
Ya que andas en la onda, sí, te recomiendo "El Perfume", fome no es.
Saludos Sombra
PS Yo uso el aroma según el día, no me gusta gastar un mismo envase...
no hay nada que me guste mas que un perfume...
Tal ves como un sentido más, el olfato no solo es para sentir y percibir aromas, sino ademas de eso es un sistema de defensa. Al conocer un persona o captar una actitud a veces el aroma del ambiente y de las personas nos comunican tanto como la vista y la temperatura. Ya habran escuchado la expresión "el miedo se podia oler a lo lejos..."
saludos,
Alvaro
Yo creo fielmente en eso de las sensaciones que te pueden provocar los aromas y olores (olor tienen una connotación negativa para mi, siempre que huelo algo que no me gusta digo que hay mal olor y si huelo algo agradable es "aroma")... yo ahora estoy más sensible que nunca a ambos y ahora recién estos días he podido volver a ocupar mis perfumes... también me gusta mucho el aroma de los aromos, me da una alegría increíble... y el de mi hijo es tan mío...y el de mi marido... y hasta recuerdo con anhelo el olor a "pucho" de mi madre...
No está muy cuerdo mi comentario, pero es lo que me salió...
Cariños!
Sombra:
Yo también leí el libro hace años, pero la película tiene muchas otras lecturas (de hecho, pasó mucho tiempo en que algún director se la jugara en dirigirla...)
Estoy segura, que DEBES ver la película.
Cuándo la veas, entenderás el porqué de mi vehemencia...
Cariños
Mi sentido preferido es el olfato. Yo todo lo huelo, me demoro un siglo en la farmacia porque me gusta oler todo. Adoro el olor dulce de las guaguitas, el olor del aceite de almendras, el olor de las noches de verano.
Todo lo que dices es cierto. Yo antes tuve un pololo que no usaba perfume, pero su cuello, sus manos y su pecho siempre emanaban un olor dulce, una cosa única que lo hacía irresistible, al menos para mí.
Yo dejé de fumar hace 6 años y ahora el olor de cigarro me molesta mucho, no puedo creer que antes yo oliera a cenicero.
Besos!
En general las personas tenemos algunos sentidos mas desarrollados..
Claramente el olato no es mi sentido mas desarrollado. Soy poco perceptiva en general de los olores...
Te mando un abrazo y pasa mas seguido a verme pues!!!
Estoy de acuerdo con Debbie, debes ver la peli.
Saludos
Yo estaba por ponerme a ordenar mi departamento ( pasado a olor de un queque recièn hecho ) cuando llegue a tu blog. empeze a leer lo de los olores , acerqué la silla al computador y me puse a leer con detención... me senti muy identificada, para ti es el aromo, para mi es el pino, recuerdos bonitos, pero definitivametne los olores también estan demasiado ligados en mi vida, a veces mi pololo me dice que soy exagerada con el tema de los olores. pero personas, momentos, amores recuerdos, todo tiene un olor, aveces lo detesto, por uqe no me deja tranquila, a veces de verdad me gustaria no tener tanto olfato... yo creo que es por algo.. voy a leer ese libro que pusiste en el posteo. por cierto yo ya me estoy leyendo el libro de "el perfume", ve la pelicula, te la recomiendo. muchos saludos¡¡¡ y buen blog :)
Olores, olores, olores, parte importante de lo que hago y lo que soy tiene relacion con el olfato uno de mis dos sentidos mas preciados. generalmente recuerdo mas de las personas su olor que su fisonomía, si cierro los ojos y pienso en laguien importante para mi, siempre recuerdo primero lo que su aroma me provocaba. No sé si será genético, pero cada vez que a mi hija no le gusta alguien le pregunto por qué? y siempre responde que no le gusta su olor.
Saludos.
Sombrita, me quedé helada al leer algo que hace muy poco, también me pasó a mí:
"el rostro, la voz, la historia de un hombre a quien amé mucho, y que usaba este mismo perfume, se me vinieron a la cabeza"
Pero claro, a mí, a diferencia tuya (porque eres una mujer mil veces más fuerte que yo), a aquellos recuerdos de tipo aromático no me resultan tan fáciles de desterrar al baúl de los recuerdos. Permanecen en mí por más tiempo. Sobre todo, como se trató en mi caso, cuando un olor en específico se identifica ya no sólo con un hombre, sino con toda una época de fracasos, decepciones, y por supuesto, de desamor.
Hay olores que creí con los que no me volvería a cruzar. O por lo menos, pensé que pasarían inadvertidos. Es curioso que temas olvidados por el corazón sean a su vez reconocidos por la nariz.
Te dejo un abrazo,
Sole.
La experiencia que describe tu amiga y el libro debe ser olor a feromonas... pero eso es enamoramiento... la droga que el cerebro libera para decirnos que esa persona es atractiva, nos gusta...
De los olores vivo, porque soy fanático de oler a mis parejas... el cuello, el vientre, los hombros, las piernas, los brazos... pero el aliento es lo que más me gusta... hay un olor especial a veces que delata una fuerte atracción, como exitación, un amor intenso en ese momento... es olor a amor, como le digo yo... pero se da en cualquier momento, con quien amas, no es el olor del deslumbramiento, el de las feromonas que nos hacen hervir la sangre y que nos impulsan por el deseo de apretar, morder y besar con desesperación... uf... los olores son algo increíble...
Buen post...
Besos!
Por eso yo me hecho cloroformo de perfume, para que cuando las chiquillas se acercan a olerme se desmayan...
Y ahí estoy listo!...
Saludos...
Querida hermana:
Hagas lo que hagas, no veas la película El Perfume, porque es la peor película que he visto en bastante tiempo. Quédate con el bello recuerdo del libro y el resto omítelo!
Te recuerdo!!!
Besos,
A.
anamariafeliciana:
La película cae en la categoría de cine arte...está claro que no la entendiste!!!!
No por no entenderla, vas a descalificarla...
Reconócelo, te quedó como poncho!
Quedate con El hombre Araña, o peliculas mas comerciales y básicas...para la masa, el ganado. beeeeee beeeee
Publicar un comentario