miércoles, 24 de agosto de 2005

Desorientada

Nada como llegar de Europa después de una larga ausencia para darse cuenta de que Chile tiene algo que me hace amarlo y odiarlo a la vez: nada cambia. La familia sigue igual, el país sigue igual, la teleserie sigue igual, la pega, tal y como la dejamos. El mundo no ha dejado de girar, pero curiosamente, nada pareciera afectar a este recóndito rincón del planeta.
Mis días afuera pasaron volando, pero fueron de tal intensidad en lo laboral, en lo emocional, en lo vivencial, que siento como si despertara de un largo sueño. No hubo mucho tiempo para pensar en lo dejado atrás, lo que en cierta forma es un alivio, tampoco hubo mucho tiempo para desarrollar nuevos caminos puramente personales en el extranjero. Trabajo, trabajo y más trabajo. Pero como mi trabajo me gusta, me llena, me completa, siento que crecí y que me desarrollé como persona en estos días. En resumen, toda una vida pasó desde que tomé mis pertenencias y partí. Y resulta que la yo que llega a este viejo mundo, más nueva y revitalizada, apenas logra encajar en las rutinas de siempre. Me siento rara y desorientada. No quepo en mi misma.
Mientras volaba sobre París, en plena noche, y observando desde el aire las luces de un mundo que me hubiese gustado conocer y aprovechar más, intentando no pensar en los lugares y caras familiares que me esperaban, se me vino un raro pensamiento a la cabeza. Bajo mis pies miles de personas en ese momento leían, estudiaban, celebraban, sufrían, hacían el amor, bailaban, dormían, trabajaban, soñaban, peleaban, avanzaban hacia algún lado con sus vidas. Mientras tanto yo, con la frente pegada al frío plástico de la ventana del avión, descubría que la mía, en más de un sentido, se encontraba suspendida en medio del aire. ¿Hacia dónde me llevarán mis pasos esta vez?

4 comentarios:

Nicole dijo...

Que bien que volviste...
espero que tus pasos te guien por un buen camino :)

Lautaro dijo...

por fin volvió mi sombrita!! te echaba de menos, te juro. de repente me metíe en tu blog para ver si habías escrito más que sea una nota cortita desde allá, pero nunca nada, snif.
pero tenía su explicación, tanto trabajo no cierto? a todo esto, no recuerdo si ya has escrito algo sobre lo que haces. qué es? yo quiero hacer lo mismo para viajar a Europa de repente, jejeje.
me creeras que siempre pienso lo mismo cuando viajo en avión y miro por la ventanilla? me sale el lado voyeurista y me dan ganas de poner cámaras como en la película sliver. debe ser por eso también que me gusta tanto leer los blogs. aunque ya estoy bajando un poco las blogvuciones porque ya me estaba superando, ya parecía blogadicto.

un muy big bear hug de bienvenida,

PS ya cacharás pa'onde va la micro, no te desesperes. y cuando uno está medio desorientado es bueno parar un rato, cerrar los ojos, esperar la estabilización y después seguir caminando.

Lautaro dijo...

o eso es cuando uno está medio mareado? :D

P dijo...

Eeeeeeeeeeeeeeeeeeehhhh!

¡Volviste!

Ya estaba aburrido de meterme a tu blog todo iluso, con el mismo post.

Creo que hasta volví a leerlo.

Un beso.

P