martes, 20 de marzo de 2007

Raro

Aburrida por un breve rato, curiosa, metiche y medio (pero solo medio) masoquista, me di una breve vuelta por el blog de mi ex, el Gringo.

Fue, de verdad, rarísimo.

Porque expuestas, en galería, estaban las fotos de las tres pololas que el Gringo ha tenido desde que terminó conmigo.

Vi paseos, asados, viajes, comidas, carretes con mis amigos de toda la vida.

Y me entró una nueva curiosidad.

Yo a ellas no las conozco. Sólo las he visto en fotos. Ellas, supongo que también a mí. Sólo sé sus nombres. Supongo que ellas también conocen el mío. Pero ahí se acaba el equilibrio. Porque yo no sé nada más de ellas. Y supongo que, aunque no seré un tema recurrente en sus vidas, algunas veces, aunque sea una, habrán hablado con el Gringo de mí. O con mis amigos, a los que aún veo a veces.

No es ego. Es que yo, como mujer, no podría evitar preguntar aunque sea una cosita acerca de la mujer que estuvo casi ocho años con mi pololo y que lo dejó a pasos del altar. ¿O no?

Así que probablemente ellas conocen mi ocupación, mis principales virtudes y defectos, una que otra anécdota divertida, estrafalaria, escandalosa, triste o ridícula. Quizás algunos de mis gustos o costumbres.

No sé... sin que se convierta en un "tema" para mí, me puedo imaginar las conversaciones que tendrán, casualmente y de vez en cuando:

- Oye Gringo, ¿y esta Sombra, se llevaba bien o mal con tu mamá? (la respuesta es bien, hasta que supe, póstumamente, que me odiaba por tener opinión)
- Gringo, ¿quién te regaló esto? - La Sombra, mi ex - Ah....
- Gringo, ¿supiste? Ayer nos juntamos con la Sombra, está súper bien... (esos vendrían siendo nuestros amigos, que de tino, harto poco)

Y así pasa.

Repito.

No es ego.

Es la realidad.

Porque a todos nos pasa que hablamos de nuestro pasado, y por ahí se nos cuelan las personas que estuvieron en él. Y si hablamos, es porque en verdad lo damos por superado. A menos que llegue a grados obsesivos como podría ser:

- ¿Por qué tú no me quieres como me quería Sombra?
- ¡No vayas a sacar la foto de Sombra de mi velador!

Pero lo dudo. Espero que no. Ojalá que no. Por el bien de ella, de él y mío, de pasadita.

Mi punto, y para no desviarme tanto, es que es raro. Es raro convertirse en conocida de alguien que no te conoce y a quién ni ubicas.
A lo mejor odiada.
Envidiada.
En el mejor de los casos, ignorada.
O tal vez, así como ellas mismas para mí, objeto de rara curiosidad.

6 comentarios:

Priscila dijo...

Te había escrito casi un testamento... pero blogger me dice... "tu solicitud no fue procesada"... por la cresta... quizas cuantas neuronas perdí... en fin... basicamente es

LA CURIOSIDAD MATO AL GATO... a todos nos pasa... siempre queremos saber más... pienso k es nuestro ego...

Un abrazo

MeRiAdOx dijo...

No es tan raro... todos conocemos gente que no nos conoce... me he encontrado con weones de la U con los que jamás he intercambiado una sola palabra en Chiloé, en Puerto Montt, Ex-Fabrica... por dar algunos ejemplos... personas que ubico de cara porque los veo siempre habitando los mismos espacios comunes y a veces son conocidos o amigos de conocidos o amigos y por ahí en un carrete me contaron una anecdota del tipo y así va la vida...
A mi me a tocado que me llaman por mi nombre personas con las que nunca he hablado y menos conozco su nombre ni quien lo auspicia... jajaja... eso último sonó muy flaite... en fin... no creo que sea tan raro... tal vez lo es darse cuenta....

Saludos!

Princessa dijo...

No se… me pongo en el lugar de alguna de esas minas… Si supiera que mi pololo, pololeo con una mujer 8 años y que ella la dejó ad portas del altar… O sea yo… estaría hasta celosa. Obvio que para ellas, la que sea, siempre vas a ser una “sombra”
Te mando besos

Alejandra dijo...

Está bien la curiosidad, siempre que no haga mal. Y es cierto, siempre vas a ser una sombra para las que vengan, creo que es inevitable, igual que él para ti, porque es parte de tu pasado. Pero la vida sigue siempre. Saludos!

carolita dijo...

jaajajajaja....

por algún motivo, coincidencias en la escritura sobre los ex.

sí, lo había pensado también. es divertido existir para alguien que uno no sabe que existe.

besos por mil_!

Soledad dijo...

Sombrita: te creo cuando dices que no es ego. No puede considerarse ególatra lo que es inherente a cualquier ex-polola. Es obvio que ellas han preguntado por ti.

A mí me pasa que siempre que me ha gustado alguien, quiero saber todo de su ex... no sé, aunque suene ridículamente de tonta enamorada, pienso ingenuamente que me puede ayudar a tener alguna referencia. O por último, para saber más cosas del niño en cuestión. Y las veces en que eso terminó en pololeo me olvidé por completo de las ex que vinieron antes de mí. Y así supongo que seguirá sucesiamente. Cada una sienta un precedente importante, me imagino... o por lo menos es el consuelo que voy a creer siempre: que yo sí he sido importante para mi ex, sobre todo para el último...

Besos,
Soledad.