sábado, 14 de enero de 2006

Es tan corto el amor y tan largo el olvido...

El fin de semana pasado estuve en tu casa, Feña.
Sí, tu casa en la playa, esa a la que fuimos tantas veces con nuestros amigos.

Pero esta vez fue distinto.
Distinto, porque estaban tus hermanos, tus papás, tus perros, yo, pero no estaban nuestros amigos, no estabas tú.

Y también fue raro.
Porque me pusieron a dormir en tu pieza. En tu cama.

Desde que dejamos de ser amigos oficialmente, desde que dejamos de ser amantes en secreto, no he sabido más de ti.

Fueron casi diez años de amistad. Y seis meses de todo lo demás.

Y así como viniste de sorpresa, cambiaste mi vida y me regalaste una de las experiencias más fuertes que he vivido; así mismo desapareciste llevándote una parte importante de mí. De mi alegría, de mi entendimiento, de mi paz.

Ya no te espero. Ya no te quiero.

Pero es cierto que todavía te recuerdo, y a veces, sólo a veces, me dueles un poco.
Sobre todo cuando veo a tus papás, que me han querido siempre como a una hija.
A tus hermanos chicos, que me conocen hace tanto que no conciben una vida sin mi presencia.
A tu hermana, que de tanto verme en tu casa, me hizo una más de sus amigas del alma.
Me da pena que todos me hayan adoptado, que me cuenten como una más de la familia. Que me hayan dado llaves de su casa en Santiago y me inviten a veranear. Todos ellos, menos tú. El que me llevó ahí. El que más quise de todos.

¿Sabes? Al principio, cuando te fuiste y me hiciste entender, a través de tu odioso silencio, que ya estabas más interesado en mí, traté de alejarme. De no ir más a la casa de tus papás, de no aparecer en los cumpleaños, de no invadir tu espacio. Pero, ¿para qué?
Ellos casi no te ven. Ellos me quieren. Y yo a ellos. Si es verdad que no te importo, no te va a molestar que los vea. Y si así es, mala suerte. Nunca tuviste la delicadeza de pensar en lo que a mí me daba pena, rabia o me molestaba. Simplemente tomaste lo mejor y te lo llevaste. Lo consumiste, lo gastaste y desapareciste.

Así que cuando tu hermana me llamó para invitarme, no dudé ni un segundo y partí.
Cuesta estar en un lugar tan lleno de recuerdos, tan marcado por tu presencia. Más cuesta que llames por teléfono, que todos cuenten que estoy ahí y ni saludos me mandes. Como si no me conocieras. Vieras la pena silenciosa que sufren ellos. Que no entienden por qué me tratas así, pero ya no me lo dicen. Y eso que ni se imaginan la historia oculta que tuvimos. El verdadero dolor que me causaste.

Durante la noche, metida en tu cama, rodeada por los recuerdos y tu olor, se me hacía muy difícil dormir.Cansada de darme vueltas y más vueltas sin sentido, decidí levantarme.
Seis y media de la mañana.
La vista al mar más espectacular que conozco. Un amanecer colmado de gaviotas inquietas sobrevolando mi cabeza.
Prendí un cigarro, junto con él mi ipod.
Dejé que el azar seleccionara la canción…
La voz de Robert Smith me cantó al oído…


I've been looking so long at these pictures of you
that i almost belive that they're real
i've been living so long with my pictures of you
that i almost believe that the pictures are all i can feel

Remembering you standing quiet in the rain
as i ran to your heart to be near
and we kissed as the sky fell in holding you close
how i always held close in your fear
remembering you running soft through the night
you were bigger and brighter and whiter than the snow
and screamed at the make-believe
screamed at the sky and you finally found all your courage
to let it all go

Remembering you fallen into my arms
crying for the death of your heart
you were stone white so delicate lost in the cold
you were always so lost in the dark
remembering you how you used to be
slow drowned you were angels
so much more than everything
oh hold for the last time then slip away quietly
open my eyes but i never see anything

if only i had thought of the right words
i could have hold on to your heart
if only i'd thought of the right words
i wouldn't be breaking apart
all my pictures of you

Looking so long at these pictures of you
but i never hold on to your heart
looking so long for the words to be true
but always just breaking apart
my pictures of you

there was nothing in the world that i ever wanted more
than to feel you deep in my heart
there was nothing in the world that i ever wanted more
than to never feel the breaking apart
my pictures of you

Y pensé…
¿Cuánto demora el amor en morir?
¿Cuánto demora uno en dejar de querer a alguien, por mucho que lo haya herido?
¿Cuándo puede, realmente, decir que lo ha olvidado?

Sé que no volvería a estar contigo.
Pero sé también que todavía me afectas.
Y espero, ansiosa, el día en que pueda decirte, de manera absolutamente cierta, que ya no eres nadie para mí.

4 comentarios:

Tadashi dijo...

El amor? El amor de verdad?...

Nunca muere...

Sólo se adormece mientras menos se vea a la persona...

Pero no importa cuanto tiempo pase, apenas se ve a la persona, se revive todo en un segundo...

Saludos...

Polaroid dijo...

Este post estuvo cinematográfico.
La escena de la vista del mar al alba,las gaviotas, tu cigarro y tu ipod con the cure estuvo la raja.
si hubieses subido el mp3 me levanto de la silla y te aplaudo gritando , bravíssimo!

Claudia dijo...

llegue viajando de blog en blog, también me hago la pregunta de cuanto demora el amor en morir, y creo que ese día llega no llega nunca, el amor verdadero en realidad no muere solo se transforma.
"Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano rincón

de otra galaxia
el amor que me darías
transformado volvería algún día
a darte las gracias" (J. Drexler)

Saludos

Natho47 dijo...

Concuerdo el amor de verdad,nunca muere