miércoles, 21 de diciembre de 2005

En lo de los edificios departamentos... una dosis de buenos abrazos de oso y Ravotriles para la felicidad


Ayer, cerca de la medianoche, me encontraba abrazada a un adorable hombre, en una céntrica calle capitalina, habiendo vivido uno de los encuentros más entretenidos e inesperados de los últimos tiempos.
¿Cómo llegué ahí?
Me remonto a un par de horas antes…

Tipo seis pm, resignada a una tarde de compras navideñas de terror, con un calor de aquellos, miles de paquetes y mi quejumbrosa madre a rastras, caminaba por los pasillos de un mall (debiera llamarse mal a secas). Cuando… mi celular sonando. Un par de malabares después, lograba ver quién llamaba.
Eleutherio.

- Aló, ¡¡mi niña!!
- Hoooooolaaaaaaa
- Oiga, estoy en Santiago y quiero que nos veamos
- ¿En serio? ¡¡TOP!!
- ¿Qué le parece si se viene con Bendito Ravotril y conmigo al Emporio la Rosa a tomar un helado? Así aprovechan de conocerse…
- Mmmmm… lo veo difícil, estoy en medio de una misión de alto riesgo… pero esto no me lo pierdo. ¿Te parece si te llamo apenas llegue a mi casa?
- Muy bien. La vamos a estar esperando.


Dicho y hecho. Apenas llegué a mi casa, con las fuerzas renovadas por el panorama que se venía, volví a llamar a mi querido blogger-amigo.

- Eleu querido, ya llegué a mi casa
- ¡Muy bien!
- ¿Qué le parece si se viene al departamento de mi Bendito y nos tomamos algo?
- Excelente, ¿dónde queda?
- A ver, mejor le paso con él
- OK


Qué nervios… el mentado, famoso y admirado Bendito Ravotril estaba a punto de hablar conmigo… esto era un momento de antología.

- Aló, Sombra…

Inmediatamente noté en su timbre de voz una familiaridad exquisita que agradecí a San Eleu. Sin habernos nunca visto, se dio una confianza fantástica, algo que no tengo idea cómo explicar, pero que pude sentir con mucha fuerza.
Explicaciones más y menos, quedamos en que yo me daba una ducha rápida y partía a verlos, para tomar algo juntos, ponernos al día Eleu y yo, conocernos en carne y hueso Bendito Ravotril y Sombra de Mí.

Poco rato después me encontraba en una céntrica esquina con Eleu, quien me abrazó y besó con intensidad y cariño profundos, fue grande la emoción de un reencuentro no planificado y a la vez muy esperado por ambos. Y pensar que nuestros planes eran volver a vernos en su castillo, allá por el puerto…
Me di cuenta de que las extensas conversas por MSN de los últimos meses no habían sido en vano, y que ahora estábamos más cerca que nunca. Me di cuenta también del brillo de sus ojos, de la felicidad impresa en cada uno de sus movimientos, del buen momento que vive por estos días.

Una vez llegados al lugar, previo pequeño y risible obstáculo (por favor no confundir con espectáculo), consistente en la impresentabilidad de Bendito Ravotril, por haber salido de la ducha hace dos minutos y medio, hice entrada a un departamento que causó profunda impresión en mí.
Primero que nada, me encontraba, sin duda, frente a la vista más espectacular de Santiago… sin embargo, lo importante está en que, mirando adentro, pude notar que me sentía como en casa, porque en ese mismo departamento había estado yo muchas veces antes en mi imaginación. Ya conté alguna vez de mis ambiciones por independizarme, las cuales, por supuesto, siempre van acompañadas de fantasías tridimensionales y en total technicolor, acerca de las bondades de mis cuarteles de invierno. De muestra, sólo un ejemplo: una de las paredes figuraba pintada de un color rojo muy particular y difícil de definir, ya que no es italiano, ni colonial, ni sandía… es intenso, es único, es el exacto color en que se encuentran pintadas dos de las paredes de mi pieza en estos momentos. En las demás paredes, vivos cuadros firmados por el dueño de casa y otros detalles que mostraban la originalidad, buen gusto y especial sensibilidad de su habitante.

Eleutherio circulaba por todo el lugar con confianza y libertad. Apenas nos instalamos comenzamos a conversar de mil temas pendientes, atropellándonos casi por contarnos novedades y copuchas. En medio de este parloteo inusitado, hizo su entrada en escena Bendito Ravotril, dueño de casa.
Inmediatamente hicimos las presentaciones de rigor, y con toda naturalidad, se unió a nuestra cháchara.
Es difícil explicar en pocas palabras el perfil del personaje.
Creo que basta decir que se evidencia al momento el por qué de la felicidad de mi amigo.
Entretenido, inteligente, sociable, culto y sencillo son algunos de sus atributos.
Acogedor, perceptivo, generoso y tremendamente guapo son otros que destacan en un hombre que de inmediato se puso al día con nuestra historia, que fue capaz de adivinar al poco andar mi signo zodiacal, que con un par de preguntas logró captar mi esencia, que se ofreció de manera automática y entusiasta, no solo a ayudarme a decorar mi nuevo departamento el día en que logre concretar mi esperado plan, sino que además propuso adornarlo con algunas de las obras que han brotado de su pincel.
Fotografía, arte, cine, actualidad, farándula, blogs, amores, trabajo y universidad fueron algunos de los temas que revisamos bajo la aguda e ingeniosa perspectiva de ambos anfitriones. Todo acompañado por interminables volutas de humo y una copa que por más que me esforcé nunca logré dejar del todo vacía, gracias a la gentileza y presta atención de ambos caballeros.
Descubrimos con Bendito Ravotril una historia, algunas personas, ciertas opiniones y miradas acerca de las cosas en común.
Todo el tiempo nuestra verborrea era observada con mirada divertida y comprensiva por parte del mucho más calmado y taciturno Eleutherio, que intervenía en los momentos adecuados y con la frase justa.
Puedo decir, con toda certeza, que el rato se pasó volando, y que me sentí en todo momento increíblemente cómoda y acogida. Nunca dejó de pasar por mi mente la generosidad de ambos hombres, quienes viviendo lejos uno del otro, sacrificaron parte de su valioso tiempo juntos para estar conmigo.

Casi a medianoche, y con un cansancio fruto de las experiencias felices e intensas recién vividas, decidí volver a mi casa para dormir.
La despedida estuvo llena de promesas para el futuro, abrazos sinceros y agradecimiento por mi parte. Eleu me acompañó al auto en un gesto de hermano preocupado por (cito) “la futura madrina del retoño”, y volvimos a despedirnos, pudiendo yo entonces, con toda libertad, expresarle mi alegría por el giro que ha tomado su vida y completa tranquilidad por su futuro en tan buenas manos…

Subiendo por Plaza Italia en la soledad de mis pensamientos, volví a darme cuenta de lo imprevisible y a veces dulce que puede ser la vida con nosotros, sintiendo esa satisfacción plena que nace de saber que quienes queremos están bien, haciéndonos estar bien a nosotros por extensión.

Sólo me resta decir que no estoy contenta con este relato, porque no le hace justicia en lo absoluto a lo vivido. Puse todo mi esfuerzo en hacerlo lo más significativo posible, pero mientras más importante el tema, más escasas y pobres se vuelven las palabras para lograr transmitirlo. Estoy segura de que mis amigos podrán retratarlo aún mejor en sus respectivos blogs.
También quiero agradecerles por este medio la noche increíble que me permitieron vivir, y manifestarles, sinceramente, mi admiración, agradecimiento y total disposición para el futuro; el cual, estoy segura, estará lleno de nuevos y entretenidos encuentros, el primero de ellos, según ya dispusimos, en torno a una buena jarra de sangría y muchas nuevas copuchas para compartir.

6 comentarios:

sombra_de_mi dijo...

Ahhh!
Se me olvidó mencionar que queda pendiente también una lectura de cartas del Tarot...
¿por qué voy a ser menos que la vieja pasa de la Julia Astaburuaga?

Besos a los dos!!

SdM

Adriano Nicolás González Hidalgo dijo...

uhhhhh!!!, debe ser ultra-cool una reunion con mr.eleutherio y su señor-esposo-marido-caballero-y-acompañante ravotril, en serio, m imagine como debio ser la velada con estos 2 señores, q ademas d conocerlos en persona (y no en el frio msn) tuvieron una conversacion interesante con unos buenos tragos, o sea, cool, m puse a pensar, q lata vivir en serena, TANTAS personas q m encantaria conocer viven tan lejos y a volver con el cada vez mas FRIO msn, buuuuuuu...

cuidate, byess

Unknown dijo...

los placeres enormes de conocer una guapa como vos, tan sensivle y acertiva.

los me gustaste.

ya se nos vienen lso kilómetros de sangrias y martinis.

besos farmacológicos.

ps. las mil y una gracias por su relato tan delicado y perceptivo.

Unknown dijo...

SENSIBLE

las verguenzas departamento..

Tadashi dijo...

Realmente, que buena!!!...

Y creo que sí se traspasa en gran parte todo lo que sentiste ese gran día...

Me gusta la gente de los blog, sólo por el hecho de que tienen opinión propia...

Felices Fiestas!!!...

Saludos...

Lautaro dijo...

después de casi una semana sin leer blogs y solo actualizar el mío el viernes me encuentro con esta sorpresa no tan sorpresa proque nos la habías anunciado!!
mi niña linda, relató prefectas las sensaciones que también tuve esa noche y tiene que repetirse en el castillo departamentos de valparaíso bailable la segunda patita, oka? cursada la invitación desde este momento.
hoy tengo entrevista de trabajo, sección guiones del disco duro conversado contigo esa noche, remember?. esa es la gran news!!
blessed bear hug,