jueves, 1 de diciembre de 2005

Me han tocado un tema sensible...

Me cargan las cadenas, pero esto es diferente.
Me han tocado al que es, junto con la música, el gran amor de mi vida.
Por lo mismo reconozco que soy una lectora versátil y lúdica.
Que leo mucho por obligaciones laborales, otro tanto por curiosidad, bastante para entretenerme, otro poco por aprender. Siempre termino extasiada. Siempre apago la luz a las 4 de la mañana.
Puedo enamorarme de un hombre desafinado. Que odie las películas. Mal genio. Hasta con faltas de ortografía. Pero si no lee, es casi imposible.
Gracias Eleu por llevarme a pensar en esto. A darle más de una vuelta al tema durante el día de hoy. Por recomendarme tan buenos libros en el último tiempo. Por mandarme esta odiosa cadena.
Estás atrapado en Fahrenheit 451... ¿Qué libro te gustaría ser?
Fahrenheit 451, ni más ni menos...
¿Alguna vez te enamoraste de un personaje de ficción?
Mucho antes de que Viggo Mortensen encarnara al héroe de mis sueños, me fasciné con la hidalguía, valor y nobleza de Aragorn, y quise ser, por mucho tiempo, la afortunada Arwen.
El último libro que compraste fue...
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, versión 400º aniversario, por la Real Academia de la Lengua Española. Regalo para uno de mis más queridos amigos.
El último libro que leíste fue...
Estoy sumergida en medio de los cuentos completos de Cortázar. Más específicamente, en Historias de Cronopios y Famas. Estoy esperando tener un velorio para copiar algunas de las conductas sugeridas para la ocasión por el autor....
Los cinco libros que llevarías a una isla desierta...
1. Todo Mafalda, de Quino. Nunca me canso de leerlo y releerlo. Es un real vicio.
2. El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez. O sus memorias, que son casi más increíbles que la ficción misma que suele relatar.
3. 1984, de George Orwell y Un mundo feliz, de Aldous Huxley. Para hacerme una idea de cómo podrían estar las cosas a mi regreso a la realidad...
4. Adiós al séptimo de línea, de Jorge Inostroza. Para reavivar mi patriotismo, para reírme de la picardía e ingenio del roto chileno, para volver a enamorarme de Manuel Rodríguez.
5. Los cuentos de J. D. Salinger. Porque me parecen mucho más relevantes y significativos que el sobrevalorado Guardián entre el Centeno. Y porque los cuentos en verdad me rayan; no importa si son de tipo realismo mágico, costumbristas, de hadas, terror o ciencia ficción.
Para variar hice trampa y me estoy llevando más de cinco. Si tuviera una real opción, me llevaría muchos más. Soy una consumidora compulsiva de lectura. Por algo desesperaba a la bibliotecaria de mi colegio, que ya no sabía qué prestarme para saciar mi avidez. Porque reconozco que la única vez en mi vida que me he dejado poseer por un consumismo desatado, ha sido en El Ateneo de la calle Santa Fe en Buenos Aires: mi tarjeta de crédito todavía transpira.

A quién le pasas esto y por qué...

A todos los que se identifiquen con la lectura. A todos los que gastan más de lo que pueden en libros. A todos los que sueñan con ser dueños de una librería, y agachan la cabeza, compungidos, al pasar frente a una y darse cuenta, dolorosamente, de todo lo que quieren y no pueden comprar. A todos los que quieren que desaparezca el impuesto a los libros. Menos a Enrique Lafourcade. Viejo pelotudo, me cae mal.
Filo, en vez de contestarla, ¡váyanse a leer!

2 comentarios:

Lautaro dijo...

eres mi exterminadora oficial de cadenas!! nunca se la pasas a alguien identificable y leíble!!
tendré que echarle una repasada a Adiós al séptimo de línea, la verdad nunca he sido muy patriota.
oh! Aragorn activa mis glándulas sudoríparas!
bear hug,

Hernan dijo...

No puedo ofrecerte algo tan bueno como lo qeu comentas pero Los porteños podemos escribir muchas cosas, acá va mi pequeño aporte.
A ver que te parece?
http://listao.blogspot.com/2005/11/nocturno-porteo.html#comments