miércoles, 7 de diciembre de 2005

Yo, la peor de todas

Anoche
-¿Aló?
- Sombra...
- ¿Gringo?
- ¿Cómo estás?
- Muy bien, ¿y tú?
- Pololeando...
-¿Really? Pucha, felicitaciones.
-Gracias. Quería contártelo yo, antes de que te llegaran los rumores.
- Bueno, gracias.
- Sombra...
- ¿Sí?
- Yo sé que vas a encontrar a alguien. Te lo mereces.
- Gracias, lindo. Lo sé.
- Y vas a estar tan feliz como yo.
- Ya estoy feliz, Gringo.
- ¿Oye?
- Dime.
- ¿Tú le contarías a tu nueva pareja lo que pasó con nosotros? ¿Las cosas que hicimos? ¿En qué las embarramos?
- Mmmm... yo creo que sí. Siento que la confianza es importante. Ahora, me asusta el cómo y el cuándo...
- Sí, es raro. No tengo idea de qué hacer...
- Bueno, ahí tienes que ver tú, pues.
- Sí, toda la razón. Al menos te tengo a ti para conversar, ¿o no?
- Claro...
- Un beso, ¡te quiero mucho!
- Un beso, Gringo. Cuídate.
--
Hoy
- Cecilia, adivina qué...
- ¿Qué?
- Anoche me llamó el Gringo.
- ¿El Gringo? ¿Tu Gringo?
- Sí.
-¿Qué quería el pelotudo?
- Contarme que estaba pololeando.
- Ah, mira el huevoncito, qué deferente.
- Pero Cecilia...
- Pucha Sombra, cómo te manipula ese imbécil...
- ¿Por qué dices eso?
- ¿No te das cuenta de que te está usando? ¿Para estar tranquilo, para estar bien? ¿No sientes que de alguna manera está tratando de reparar el daño que te hizo?
- Sí, pero creo que eso es bueno...
- Estai loca... no te olvides de todo lo que te hizo, Sombra. Tú terminaste con él para no hacerle daño, para no hacerlo sufrir. Te hiciste a un lado para que el derrumbe que se venía no lo aplastara y asumiste todo el peso del error tú sola.
- Pero Cecilia, eso estuvo bien. Lo hice porque quería. Porque lo quería.
- Ya, y él te pagó de la manera más sucia que existe. Hizo una campaña contra ti con todos tus amigos, echó a correr rumores feos y falsos contra tu persona. No, perdóname pero no le creo.
- Bueno, ¿y si él está arrepentido de lo que hizo y está tratando de cambiar las cosas?
- No Sombra. Para mí que ahora quiere quedarse tranquilo, te apuesto que en este minuto se siente el huevón más bacán del mundo por haberte llamado y hacerte sentir que está en paz contigo. Lo malo es que a ti él no te dejó en paz. Por casi dos años.
- Cecilia, ¿Por qué me dices esto?
- Porque eres una pendejita crédula, que siempre ve lo bueno de la gente, aunque eso te salga caro a ti. Porque creo que tienes que quererte más, y saber mandarlo a la cresta, no puedes estar haciendo penitencia por el resto de tu vida por haber tenido las pelotas de patearlo, en vez de echarle para adelante como lo habría hecho otra más cómoda o más cobarde, porque sabías que te lo habrías terminado cagando y lo que logró, fue que terminaras cagándote tú sola. Te autoboicoteaste, y eso tiene que parar ahora.
- Cecilia, yo no me autoboicoteo.
- Sombra, lo haces constantemente. Juegas a ser "Yo, la peor de todas", cuando en realidad le arreglaste la vida a ese carajo.
- Nadie puede decir carajo, jajajaja...
- Ya, no le saques el poto a la jeringa cabrita. Dime, ¿para qué crees que te llamó si no?
- ¿Todavía le importo?
- ¡Mi abuelita en moto! Si le importaras, jamás te habría hecho lo que te hizo antes. Un año y medio de ventilar sus heridas e inseguridades a los cuatro vientos no se borran con una llamada telefónica. Dale una vuelta al asunto, bien en serio, Sombra.
- No te puedo tomar en serio si me dices carajo y tu abuelita en moto, Cecilia.
- Ya. Como tu hermana mayor, te prohibo que le vuelvas a hablar. Estos huevones qué se creen, te venden la pomada de Superman, y al final son el mismísimo Guasón. Me voy, porque tengo una reunión...
--
Quizás la Cecilia tenga razón. Quizás la llamada de mi ex pololo obedeció a su propio interés y necesidad de autocomplacerse, de acallar su conciencia intranquila. Podría ser también que se le haya ablandado el corazón con la idea del pololeo y haya decidido hacer su buena acción del día. Hasta me parece que podría estar empezando a entender a qué me refería yo cuando le expliqué, el día que terminamos, que iba a estar mucho mejor sin mí. Y yo sin él. Que me había dado cuenta que íbamos derecho a un abismo de mentiras y actuaciones, y que yo ya detectaba en mí la necesidad de buscar en otra parte todo lo que me hacía falta a su lado. Que tenía miedo de serle infiel, en pensamiento, en obra, en omisión. Que me aparté justo a tiempo porque los acontecimientos me dieron la razón. Y caí en un espiral de acciones y emociones que me hicieron sufrir, aprender, topar fondo, sufrir. Bañarme en caca. Pero por lo menos con el orgullo de no haberlo arrastrado conmigo. De no haberlo salpicado. Mientras él, con ventilador, me rociaba con malas ondas, malos deseos, malas mentiras acerca de nosotros dos.
Quizás yo tenga la razón también. Quizás el Gringo quiera de verdad que yo sea feliz. Y ser feliz también. Quizás quiere dejar atrás las peleas y malas ondas del pasado para empezar una nueva relación conmigo. Claro que no tengo ni la menor idea de qué tipo de relación quiere tener conmigo. Porque amigos está claro que ya no somos. Y tampoco vamos a volver. Tal vez esta fue su despedida, un saludo a la bandera, en honor a los buenos años que compartimos.
Sólo tengo la certeza de que me alegré por la noticia.
Da lo mismo la forma y el momento en que me enteré de ésta.
No me interesa mucho con qué segundas u oscuras intenciones me fue entregada.
No voy a mirar para atrás, no me voy a dejar arrastrar por la culpa, ni las cuentas negativas, ni las penas negras que me nublaron tanto tiempo. Ellas fueron las que me llevaron a caminar a ciegas por mis días.
Ahora mejor me dedico a mirar para adelante y caminar.
¿Y ellos?
Ellos, que sean felices y que coman muchas, muchas perdices.

1 comentario:

Lautaro dijo...

apoyo la opinión de Cecilia. te conoce mucho mas y más tiempo que yo, es la voz de la experiencia y una mujer muy cool por decir "carajo" y "tu abuelita en moto". tienes que hacerle caso.
también me gusta que no te importen las razones del gringo y que prefieras mirar para adelante.
olvídate de todos los manipuladores que te puedan estar rondando.
no concuerdo con que seas la peor de todas, pero eso ya es subjetivo porque te quiero mucho.
blessed bear hug,
PS mañana al mediodía es mi último examen. envíeme buenas vibras, mi niña. que hago aquí comentandote? jeje, es que es de "periodismo de opinión" y como eso no me falta! :D