lunes, 28 de noviembre de 2005

De boliche en boliche...

Primera vez que me siento frente a la pantalla en tres días...
Hace demasiado tiempo que no tenía un fin de semana de estos. Dormir de día, bailar, reír y bailar otro poco por la noche. Acostarse con los pajaritos cantando, tan cansada y feliz que soñar no se hace un problema como otras veces. Tan llena de recuerdos, anécdotas y buenos minutos, que al momento de cerrar los ojos, lo hago con una gran sonrisa en mi rostro.
Ni tiempo tuve de pensar en el trabajo, los deberes, las cosas que me han ocupado la memoria y el afán durante tantos y tantos días.
Puros saldos positivos:
- Tuve una conversación de aquellas con mi hermana.
- Salí a bailar con la Isa y lo pasamos tan bien que tenemos que repetirlo lo antes posible. Nos encontramos allá con más gente que no veíamos hace tiempo, y la hora se nos pasó volando en la pista de baile, botando todas las malas ondas y el estrés.
- Estuve con mis queridos primos y bailé "como una pelota saltarina" con mi padre en un matrimonio familiar, sorprendentemente, muy entretenido (considerando la presencia de mis tías y tíos, todos ellos muy estirados y fomes). Mi acompañante resultó ser un tiburón en lo que a viejas lateras se refiere, y todas quedaron enamoradas del "niñito tan dije que trajiste".
- Almorcé relajadamente en el campo de una compañera de trabajo, bajo los árboles, con la comida, la conversa y el ambiente más agradable que se pueda esperar.
- Comí hoy con algunos de mis amigos y la amena charla duró hasta hace un rato, cuando dejé en su hogar al único de ellos que no puede manejar. Después, obviamente, de que terminamos de arreglar el mundo en la puerta de su casa por una exquisita e íntima hora extra.
- Tengo una nueva canción favorita: se llama You´re beautiful, de James Blunt. La he escuchado por lo menos cien veces en dos días. Gracias James. You´re beautiful too.
No sé cómo voy a llegar viva al viernes, día en que tengo que retomar el "estresante" ritmo de carrete: se casa un compañero de trabajo. No tengo idea de con quién voy a ir, pero me da un poco lo mismo. He descubierto que la vida puede cambiar, para bien o para mal, en menos de dos días. Y faltando cinco para el evento, ¿para qué estresarme? Mejor me voy a acostar, gozando de los nuevos recuerdos que se han grabado en mi disco duro, borrando parcialmente el agotamiento, la lata y el sentimiento de estancamiento que me tenían más que apestada.
Borrón y cuenta nueva, Sombra de Mí.
La primavera ha llegado para instalarse y dedicarse a ser feliz.

2 comentarios:

P dijo...

maldición

dejo de escribirte unos días y ya te pones a escuchar música pésima

tiburón para viejas?

jajajajaja

tiburón!!!

me siento un poco así también... con las viejas Obvio!

Pedro

Lautaro dijo...

lo que es yo, me gustaría escuchar esa música pésima. maldito sea mi computador.
pal próximo casamiento me llevas? me gusta comer y bailar.
bear hug,