Eleutherio les habla
Para hacerles más ameno el relato de nuestro encuentro, Eleutherio y yo decidimos contar cruzados nuestra experiencia. Mi historia la pueden leer en su blog haciendo un click acá.
Sin más preámbulos, los dejo con su versión de los hechos.
Sombra fue la primera, junto con Joven Bunbury, en "hablarme" y alentarme a seguir escribiendo cuando ya pensaba que sólo lo hacía para mí y nadie me leía.
"Ánimo, me encanta leerte, así que arriba el ego y sigue escribiendo!!!" fueron sus primeras palabras el 30 de junio a las 2:10 de la madrugada y el comienzo de una comunicación que nunca antes había experimentado. No recuerdo si antes le había dejado un comentario o la había leído pero si no fue así, estoy seguro que al leerla por primera vez sentí que teníamos mucho en común. Ella dice ser una sombra de sí misma en el blog, esa que siempre está atada a sus pies y juguetea libre gracias a las luces, sin importarle el qué dirán porque es una mancha frágil y oscura inidentificable pero que tampoco es separable de la mujer fuerte e independiente que los del mundo real conocen.
Hace un tiempo yo me había negado a conversar con ella en el messenger por miedo a que no fuera lo mismo, se perdiera la magia, no comprendiera mi humor al no poder ver mi rostro irónico o escribiendo risas irreproducibles (un "ja, ja" es muy distinto a su sonido). Pero mi temor duró poco y no me aguanté de dar ese paso. Y luego de eso, juntarse en vivo fue sólo un asunto de disponibilidad y cercanía física.
El sábado 29 de octubre, por fin se coordinaron los astros para que estuviera en Santiago celebrando el cumpleaños de mi abuela para que pudiéramos juntarnos en un café cercano. La hora la habíamos fijado mucho antes y mi cabeza de pollo la había registrado con media hora de adelanto y más encima creí que iba atrasado y la llamé a su celular para avisarle. Conocería su voz antes que su boca y marqué nervioso. ¡Sombra! ¡Eleutherio! ¡Mi niña! Voy atrasado, pero voy en camino al mall. ¿Dondé estás tú? En mi casa, pero dijimos a las cuatro y media. ¿En serio? Jajaja, se me traspapeló la hora exacta. Bueno, me daré unas vueltas por el mall por mientras, ¡Nos vemos!...
Era la voz exacta que me había imaginado para las fotos que me había enviado de una mujer preciosa, obviamente la mujer que podría haber sido perfectamente mi pareja si no hubiese nacido con los mismos gustos que ella. Calcados, literales, inmodificables, aunque nunca se sabe, quizás en unas décadas todo cambie y me vuelva lesbiano, pero no creo...
Cansado de ver gente linda y darme vueltas por los tres pisos del mall pasé un par de veces fuera del café antes de que fuera la hora, por si aparecía antes y pocos minutos antes de las cuatro y media mi detención en el lugar fue más larga. No recuerdo si primero escuché mi nombre y después mi nick o fue al revés pero al nanosegundo volteé y era ella, tal como en las fotos, la que podría ser perfectamente hermana de una Miss Universo si fuera tonta, bordara, se casara con viejos verdes y leyera a Coelho. Un abrazo de oso le dije y la apreté. Debe haberse visto cómico. Mientras compraba unos cafés fui a buscar mesa y prendí un cigarro. Quedaba lo más difícil, por lo menos para mí, la conversación. No soy un Bailey o un Vargas Llosa que habla hasta por los poros, soy más bien un preguntón al que le encanta escuchar.
Sombra se acercó sonriente con los cafés y se sentó apoyando sus pies en la baranda que limita las mesas del pasillo del mall. Se la veía tan cómoda que daban ganas de imitarla pero yo andaba con falda (broma, mi silla tenía menor libertad de acción). Daba gusto escucharla y era tan fácil hacer preguntas teniendo a la mano de un blog tanta información para desmenuzar, escudriñar y ampliar. Me habría gustado estar menos cansado por el carrete de la noche anterior, menos satisfecho del almuerzo. Ni el medio litro de buen café evitó que le pidiera que camináramos para despabilarme. Luego de darnos un par de vueltas por el centro comercial y tratando de no recaer en un tema que nos agobia (me incluyo porque también me intriga) salimos de ahí y nos despedimos con la promesa de vernos pronto.
Sombra me debe una risa y espero que venga al Puerto para que sea su anfitrión más descansado y pueda provocársela. La risa no la gané pero su amistad sí y ya habrá tiempo para que su hilaridad retumbe entre las escaleras y los cerros con vista al mar, en mi castillo o en mis noches paganas.
"Ánimo, me encanta leerte, así que arriba el ego y sigue escribiendo!!!" fueron sus primeras palabras el 30 de junio a las 2:10 de la madrugada y el comienzo de una comunicación que nunca antes había experimentado. No recuerdo si antes le había dejado un comentario o la había leído pero si no fue así, estoy seguro que al leerla por primera vez sentí que teníamos mucho en común. Ella dice ser una sombra de sí misma en el blog, esa que siempre está atada a sus pies y juguetea libre gracias a las luces, sin importarle el qué dirán porque es una mancha frágil y oscura inidentificable pero que tampoco es separable de la mujer fuerte e independiente que los del mundo real conocen.
Hace un tiempo yo me había negado a conversar con ella en el messenger por miedo a que no fuera lo mismo, se perdiera la magia, no comprendiera mi humor al no poder ver mi rostro irónico o escribiendo risas irreproducibles (un "ja, ja" es muy distinto a su sonido). Pero mi temor duró poco y no me aguanté de dar ese paso. Y luego de eso, juntarse en vivo fue sólo un asunto de disponibilidad y cercanía física.
El sábado 29 de octubre, por fin se coordinaron los astros para que estuviera en Santiago celebrando el cumpleaños de mi abuela para que pudiéramos juntarnos en un café cercano. La hora la habíamos fijado mucho antes y mi cabeza de pollo la había registrado con media hora de adelanto y más encima creí que iba atrasado y la llamé a su celular para avisarle. Conocería su voz antes que su boca y marqué nervioso. ¡Sombra! ¡Eleutherio! ¡Mi niña! Voy atrasado, pero voy en camino al mall. ¿Dondé estás tú? En mi casa, pero dijimos a las cuatro y media. ¿En serio? Jajaja, se me traspapeló la hora exacta. Bueno, me daré unas vueltas por el mall por mientras, ¡Nos vemos!...
Era la voz exacta que me había imaginado para las fotos que me había enviado de una mujer preciosa, obviamente la mujer que podría haber sido perfectamente mi pareja si no hubiese nacido con los mismos gustos que ella. Calcados, literales, inmodificables, aunque nunca se sabe, quizás en unas décadas todo cambie y me vuelva lesbiano, pero no creo...
Cansado de ver gente linda y darme vueltas por los tres pisos del mall pasé un par de veces fuera del café antes de que fuera la hora, por si aparecía antes y pocos minutos antes de las cuatro y media mi detención en el lugar fue más larga. No recuerdo si primero escuché mi nombre y después mi nick o fue al revés pero al nanosegundo volteé y era ella, tal como en las fotos, la que podría ser perfectamente hermana de una Miss Universo si fuera tonta, bordara, se casara con viejos verdes y leyera a Coelho. Un abrazo de oso le dije y la apreté. Debe haberse visto cómico. Mientras compraba unos cafés fui a buscar mesa y prendí un cigarro. Quedaba lo más difícil, por lo menos para mí, la conversación. No soy un Bailey o un Vargas Llosa que habla hasta por los poros, soy más bien un preguntón al que le encanta escuchar.
Sombra se acercó sonriente con los cafés y se sentó apoyando sus pies en la baranda que limita las mesas del pasillo del mall. Se la veía tan cómoda que daban ganas de imitarla pero yo andaba con falda (broma, mi silla tenía menor libertad de acción). Daba gusto escucharla y era tan fácil hacer preguntas teniendo a la mano de un blog tanta información para desmenuzar, escudriñar y ampliar. Me habría gustado estar menos cansado por el carrete de la noche anterior, menos satisfecho del almuerzo. Ni el medio litro de buen café evitó que le pidiera que camináramos para despabilarme. Luego de darnos un par de vueltas por el centro comercial y tratando de no recaer en un tema que nos agobia (me incluyo porque también me intriga) salimos de ahí y nos despedimos con la promesa de vernos pronto.
Sombra me debe una risa y espero que venga al Puerto para que sea su anfitrión más descansado y pueda provocársela. La risa no la gané pero su amistad sí y ya habrá tiempo para que su hilaridad retumbe entre las escaleras y los cerros con vista al mar, en mi castillo o en mis noches paganas.
5 comentarios:
historias que ciertamente estaré presto a leer
Pedro
super buena idea de los blogs cruzados... que ingeniosos son!
me alegro que haya sido un encuentro agradable...
saludos
romane
pucha eleutherio, la cagaste, te quedó horrible este post. no deberías seguir escribiendo.
bear hug y besitos para sombrita que le quedó mucho mejor!
son los del emporio la rosa
en el parque forestal
donde merced se divide en merced y monjitas
esta entrete cruzar blogs y mas conocer a los k t leen y lees la invitacion esta abierta aki en el sur
besos
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